sábado, 27 de julio de 2024

La exhibición itinerante del Mef “Dinosaurios de la Patagonia”, continúa viajando por el mundo.

 




La exposición itinerante del Museo Egidio Feruglio (MEF), realizada íntegramente en la ciudad de Trelew (Chubut) y desarrollada en conjunto con CaixaForum (España), abre sus puertas al público, esta vez en Madrid.

La estrella de la exhibición es la réplica en tamaño real de Patagotitan mayorum, el dinosaurio más grande conocido, que se presenta al aire libre en el paseo del Prado. 

La exposición itinerante “Dinosaurios de la Patagonia” inició su viaje por diferentes partes del mundo: Australia, Nueva Zelanda, Brasil. Y desde hace un año comenzó su gira por España. Primero fue Barcelona y ahora es el turno de Madrid, donde estará hasta el 6 de abril de 2025 en CaixaForum.

Los visitantes pueden pasear entre réplicas a escala real de 13 especies de dinosaurios, que nos revelan la evolución y diversidad de linajes tanto carnívoros como herbívoros. Entre ellos se encuentra el gigante Tyrannotitan chubutensis, el pequeño Manidens condorensis de apenas 75 centímetros, y los antiguos Eoraptor lunensis y Herrerasaurus ischigualastensis, que vivieron hace 230 millones de años.

Entre las joyas de la exposición se encuentra la réplica del mayor dinosaurio patagónico conocido:  Patagotitan mayorum. Este descubrimiento, es uno de los más importantes del siglo en la Patagonia. Debido a su colosal tamaño (38 m de alto x 10 m de alto), fue casi imposible exhibirlo en interiores. Por esta razón, la réplica se ha colocado al aire libre en la explanada exterior de CaixaForum Madrid y forma parte de un recorrido que incluye el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado.

La muestra, abierta al público el pasado 17 de julio, fue presentada por la directora de CaixaForum Madrid, Isabel Fuentes, y el paleontólogo José Luis Carballido, codescubridor de Patagotitan mayorum e investigador del MEF. Además, el evento contó con la presencia de Rubén Cúneo, Director del MEF; y miembros del equipo de exhibiciones itinerantes como Florencia Gigena, gerente de Comunicación y Marketing del MEF; y Matías Cutro, coordinador del área de Comunicación y prensa del MEF.

Después de Madrid, la exhibición continuará recorriendo España, visitando Valencia, Sevilla, Málaga y Palma de Mallorca.

La presencia de dinosaurios patagónicos en otros lugares del mundo pone en valor nuestro territorio. No solo se trata de tener a un embajador patagónico y trelewense que promueva Chubut como destino turístico, sino también de posicionar a la provincia como un centro científico de relevancia internacional.

Las réplicas se fabrican íntegramente en Trelew. Su modelado y recreación se hace bajo asesoramiento científico y se obtienen mediante escaneado 3D de piezas originales. Las copias de los huesos fosilizados son mucho más livianas que los originales y hacen posible el montaje de estas réplicas.

Cada pieza se transporta en su propia caja especialmente diseñada. Las 65 cajas promedio que componen la exhibición, entre réplicas, escenografía, cartelería y material audiovisual, viajan por mar hacia su destino. Parten del parque industrial de Trelew hasta el puerto de Buenos Aires. Desde allí, se embarcan en tres contenedores (uno de ellos exclusivo para Patagotitan) y la carga viaja por mar al país de destino. Otros camiones retiran la carga en el puerto y la trasladan al museo.

La exhibición en España tuvo la particularidad de que la réplica de Patagotitan debía estar al aire libre y resistir cambios de temperatura, humedad y vientos intensos. Para lograrlo, se realizaron algunas modificaciones estructurales.

El Jefe del Taller de Exhibiciones Maximiliano Iberlucea y Pablo Passalia, Técnico del MEF, viajaron a España para colaborar con el equipo de técnicos de CaixaForum en el armado y supervisión de la exhibición.

Todo este trabajo de precisión y logística, hace que los dinosaurios de la Patagonia vuelvan a caminar por el mundo, esta vez, de la mano del Museo Paleontológico Egidio Feruglio. Fuente: mef.org.ar

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm


miércoles, 24 de julio de 2024

Recuperan fósiles de un elefante sudamericano extinto, en la localidad de San Pedro.

 



El hallazgo fue realizado por el maquinista de la Empresa Tosquera San Pedro y corresponde a un ejemplar de grandes dimensiones.¡

Un “colmillo” o defensa de un mastodonte adulto de gran porte, fue hallado por Ezequiel Giorgi, maquinista de la empresa “Tosquera San Pedro”. La pieza fue descubierta durante trabajos de extracción de tosca y de inmediato se convocó al equipo del Museo Paleontológico de San Pedro para su recuperación.

José Luis Aguilar, Walter Parra y Jorge Martínez, integrantes del Grupo Conservacionista de Fósiles, acudieron al llamado de la empresa y realizaron las tareas correspondientes para liberar al fósil del sedimento que lo rodeaba. Una vez en el museo, se efectuaron los trabajos de limpieza y consolidación del colmillo o defensa.

Se estima que la pieza, de unos 24 cm de diámetro, debió haber superado los 2,20 metros de longitud cuando era ostentada por el animal en vida y superado los 80 kilogramos de peso.

Es el tercer ejemplar de gran porte que aparece fosilizado en ese sector del partido de San Pedro, a pocas decenas de metros unos de otros y en la misma capa de sedimento. Se cree que la presencia de estos mastodontes, parientes prehistóricos de los elefantes actuales, ha sido muy numerosa durante un lapso de tiempo transcurrido a comienzos de la edad Bonaerense, hace unos 400.000 a 500.000 años atrás.

Todos los fósiles de mastodontes hallados en San Pedro a lo largo de los últimos años, permiten corroborar la existencia de la especie en la zona norte de Buenos Aires durante todo el Pleistoceno, ya que se han descubierto diferentes ejemplares en todas las capas sedimentarias depositadas a lo largo del último millón de años en la zona.

La gran pieza fosilizada ya se puede observar, en el taller de preparación vidriado que el museo posee al final de su recorrido didáctico. Fuente: Museo Paleontológico de San Pedro "Fray Manuel de Torres".

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm

domingo, 21 de julio de 2024

Revelan detalles únicos sobre la evolución de la mandíbula de los Tigres dientes de sable.

 





Valentina Segura es investigadora del CONICET y participó de un estudio internacional que explica la morfología y funcionalidad de la mandíbula de estos prehistóricos félidos desde principios de su desarrollo, y cómo este proceso se relacionaba con sus hábitos alimenticios.

Los Tigres dientes de sable, pertenecientes al género extinto Smilodon, eran grandes félidos prehistóricos que habitaron el planeta durante el período geológico denominado Pleistoceno. Se caracterizaban por la importante extensión de sus colmillos en forma de sable de hasta 18 centímetros de longitud, y por ser dominantes depredadores de los ecosistemas terrestres con residencia en América del Norte y Sur, antes de su extinción definitiva al final de la última Edad de Hielo, hace aproximadamente unos 10 mil años.

Hace ya varias décadas que estos mamíferos antiguos son estudiados desde su etapa juvenil, es decir, desde que son crías, hasta alcanzar la forma adulta por especialistas de los ámbitos de la biología y zoología, y una de esas referentes en el campo es la investigadora del CONICET NOA Sur en la Unidad Ejecutora Lillo (UEL, CONICET-FML), Valentina Segura. Recientemente, en colaboración con un equipo internacional y multidisciplinar, la especialista publicó nuevas evidencias sobre la evolución mandibular de este animal desde principios de su desarrollo, y cómo este proceso se relacionaba con sus hábitos alimenticios.

Mediante la implementación de tecnologías y herramientas computacionales modernas para la realización de simulaciones y el análisis de la estructura mandibular de distintos fósiles de Rancho La Brea -sitio arqueológico y paleontológico conocido por sus pozos de brea (asfalto natural) ubicado en California, Estados Unidos-, revelaron detalles únicos que dan cuenta de las variaciones en la morfología y funcionalidad de la mordida del Smilodon fatalis –de la familia Felidae-, que compararon con los de un familiar contemporáneo a nuestros tiempos: Panthera leo, mejor conocido como león.

“A partir de estos estudios se llegó a la conclusión de que tanto los leones como los dientes de sable experimentaron cambios significativos en la forma de sus mandíbulas con la aparición del diente carnasial inferior, que funciona como una tijera que les permite cortar con destreza los músculos y tendones, crucial para mantener la dieta carnívora; y que marca el final del período en el que se alimentan exclusivamente de leche”, explica Segura.

Según los especímenes que analizaron de la colección de Rancho La Brea, el Smilodon fatalis posee un patrón de desarrollo único con una secuencia de erupción dental más retardada en comparación con los leones, asegura la investigadora de la UEL, lo que significa que los dientes de estos félidos antiguos –que en su etapa adulta podía llegar a pesar alrededor de 300 kilos- tardaron más tiempo en salir a través de las encías para desarrollarse completamente.

En este sentido, es importante destacar que los cráneos que estudiaron estaban en condiciones óptimas de preservación gracias a que la brea es una sustancia que

atrapa y cubre los restos de animales y plantas, impidiendo que el aire, el agua y los microbios los descompongan. Es por eso que en estos depósitos los fósiles se mantuvieron intactos.

Para el análisis de 49 mandíbulas -22 de dientes de sables, 23 de leones Panthera leo, y 4 de otras especies de félidos- se utilizaron en diferentes etapas de desarrollo técnicas avanzadas de morfometría geométrica 3D y simulaciones de elementos finitos. La primera metodología se utilizó para estudiar la forma y la variabilidad de estructuras biológicas tridimensionales, y la segunda es una herramienta computacional que permite predecir el comportamiento de estructuras complejas bajo diferentes condiciones físicas.

Las evidencias indican que los dientes de sable experimentaron un período de lactancia más prolongado: “A pesar de tener una eficiencia superior en la edad adulta para efectuar la mordida durante la cacería -aclara la investigadora de la UEL-, los cachorros de Smilodon eran marcadamente ineficientes hasta una edad avanzada en semejanza con los leones.

Es decir que el retraso en el cambio de forma mandibular y la menor eficiencia en la mordida durante el crecimiento debido al destete tardío sugiere que tuvieron un cuidado parental más prolongado. Asimismo, las mandíbulas de Smilodon mostraron adaptaciones únicas como enderezamientos del cuerpo mandibular y la rotación del proceso coronoides, aspecto que mejoró las capacidades del animal para manejar una dieta exigente a lo largo de su desarrollo. Fuente: Conicet.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm