El río Paraná es el mayor curso de agua de la Argentina y
uno de los más grandes de América del Sur. Su cuenca tiene una larguísima
historia que se remonta a varios millones de años antes del presente.
Actualmente se encuentra bien separada de su vecina del Norte, la super cuenca
del río Amazonas. Pero esto no siempre fue así, y los fósiles de peces son muy
importantes para entender las antiguas conexiones entre las cuencas de los
grandes ríos Sudamericanos.
Investigadores del Museo de La Plata ya habían sentado las
bases sobre los restos de los peces que vivían en el pasado en nuestros ríos,
describiendo restos de pirañas gigantes, chafalotes, dorados y bagres.
En esta semana los investigadores Sergio Bogan y Federico
Agnolín de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y el Museo Argentino
de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", dieron a conocer una
nueva especie extinta, pariente del gigante bagre de cola roja que actualmente
vive en los ríos Orinoco y Amazonas.
Los fósiles fueron originalmente hallados en las barrancas
del río Paraná en la provincia de Entre Ríos y tienen 10 millones de años de
antigüedad.
Los investigadores lo nombraron Phractocephalus yaguaron.
Yaguarón es una palabra Guaraní para designar a un ser mitológico prehispánico
muy arraigado en la cultura popular del litoral y del norte argentino. Se lo
representa como un pez gigantesco, verdoso y de lomo y cabeza chata. Asoma sólo
parte de su cuerpo a la superficie del agua y se revuelve en el fondo formando
grandes remolinos que serían responsables de hundir pequeñas embarcaciones.
Algunas de las descripciones sugieren que este animal presenta cabeza de pez o
similar a la del ganado y el cuerpo recordaría al de una serpiente. El Yaguarón
es un monstruo que vive en las profundidades, y es especialmente mencionado
para el río Paraná. Se cree que por las noches de luna llena, se desplaza y
socava las barrancas provocando desmoronamientos que cobran muchas veces las
vidas de hombres y animales.
Los restos del cráneo de este pez son tan grandes y gruesos
que se encontraban hacía años en las colecciones del Museo Argentino de
Ciencias Naturales identificados erróneamente como los restos de un colosal
cocodrilo. Los restos conservados indican que este bagre gigante habría
superado los dos metros de longitud y probablemente más de 70 kilogramos de
peso.
El artículo fue publicado en la revista científica Journal
of Vertebrate Paleontology de la Sociedad Americana de Paleontología de
Vertebrados.
Ilustración: Sebastian Rozadilla, representando la especie
en primer plano. Imagen: fragmento de cráneo. Fuente Fundación Azara.