lunes, 2 de diciembre de 2019

Phractocephalus yaguaron, un nuevo pez monstruoso del Mioceno Argentino.


El río Paraná es el mayor curso de agua de la Argentina y uno de los más grandes de América del Sur. Su cuenca tiene una larguísima historia que se remonta a varios millones de años antes del presente. Actualmente se encuentra bien separada de su vecina del Norte, la super cuenca del río Amazonas. Pero esto no siempre fue así, y los fósiles de peces son muy importantes para entender las antiguas conexiones entre las cuencas de los grandes ríos Sudamericanos.
Investigadores del Museo de La Plata ya habían sentado las bases sobre los restos de los peces que vivían en el pasado en nuestros ríos, describiendo restos de pirañas gigantes, chafalotes, dorados y bagres.
En esta semana los investigadores Sergio Bogan y Federico Agnolín de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y el Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", dieron a conocer una nueva especie extinta, pariente del gigante bagre de cola roja que actualmente vive en los ríos Orinoco y Amazonas.
Los fósiles fueron originalmente hallados en las barrancas del río Paraná en la provincia de Entre Ríos y tienen 10 millones de años de antigüedad.
Los investigadores lo nombraron Phractocephalus yaguaron. Yaguarón es una palabra Guaraní para designar a un ser mitológico prehispánico muy arraigado en la cultura popular del litoral y del norte argentino. Se lo representa como un pez gigantesco, verdoso y de lomo y cabeza chata. Asoma sólo parte de su cuerpo a la superficie del agua y se revuelve en el fondo formando grandes remolinos que serían responsables de hundir pequeñas embarcaciones. Algunas de las descripciones sugieren que este animal presenta cabeza de pez o similar a la del ganado y el cuerpo recordaría al de una serpiente. El Yaguarón es un monstruo que vive en las profundidades, y es especialmente mencionado para el río Paraná. Se cree que por las noches de luna llena, se desplaza y socava las barrancas provocando desmoronamientos que cobran muchas veces las vidas de hombres y animales.
Los restos del cráneo de este pez son tan grandes y gruesos que se encontraban hacía años en las colecciones del Museo Argentino de Ciencias Naturales identificados erróneamente como los restos de un colosal cocodrilo. Los restos conservados indican que este bagre gigante habría superado los dos metros de longitud y probablemente más de 70 kilogramos de peso.
El artículo fue publicado en la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology de la Sociedad Americana de Paleontología de Vertebrados.
Ilustración: Sebastian Rozadilla, representando la especie en primer plano. Imagen: fragmento de cráneo. Fuente Fundación Azara.