viernes, 28 de junio de 2024

Chloephaga dabbenei, una nueva especie de Cauquén fósil del Pleistoceno bonaerense.

 


 

 

Hace unos días, se publicó en la revista Comptes Rendus un trabajo realizado por Federico Agnolin del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados, Fundación Azara y Museo Argentino de Ciencias Naturales (Conicet), Gerardo Álvarez Herrera, del Lacev y Museo Argentino de Ciencias Naturales (Conicet);  Rodrigo Tomassini, Instituto Geológico del Sur (INGEOSUR), Departamento de Geología Universidad Nacional del Sur (UNS)-CONICET, sobre restos fósiles de cauquenes (aves) del Pleistoceno medio del área de la cuenca de San José, sudoeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina

Entre varios restos de aves, se reconocieron a una nueva especie, Chloephaga dabbenei, un cauquén más grande que los actuales, y de hábito más bien caminador. El nombre está dedicado a Roberto Dabbene, un importante ornitólogo ítalo-argentino. Además hay restos de cauquén común, que ya habitaba por estos pagos; y de un cauquén chiquitín, que puede que también puede ser una especie nueva, pero faltaría material para asegurarlo.

Con este hallazgo y estudio, se obtuvieron nuevos conocimientos de las especies de cauquenes que vivieron en el pasado; además, de otra ave más caminadora que sus contrapartes actuales. También se infiere que convivieron con varias especies emparentadas, cómo pasa hoy en cierta época del año.

El género Chloephaga Eyton, 1838, que consta de cuatro especies que se reproducen en la Patagonia, abarca anátidas endémicas de América del Sur. A pesar de su prominencia en la avifauna actual, estas especies han dejado un registro fósil limitado.

La especie recientemente descrita es notablemente grande, y se encuentra dentro del rango de tamaño superior observado en machos de C. picta . El tarsometatarso es de eje recto con trócleas distales poco divergentes, características que se correlacionan con hábitos cursoriales, que están ausentes en otros miembros de Chloephaga.

Es muy valioso el conocimiento de las especies extintas de cauquenes. Lamentablemente, una de las tres especies que viven en Argentina hoy, el Cauquén Colorado (Chloephaga rubidiceps) en particular, la estamos llevando a la extinción con la caza y la introducción de especies exóticas que se alimentan de sus crías. Actualmente, un equipo de la Fundación Azara, como Marina Homberg y Hernán Ibáñez trabajan para obtener mejores conocimientos para ser utilizados para su conservación.

Chloephaga es un género de aves anseriformes de la familia Anatidae que incluye cinco especies endémicas del continente sudamericano, que reciben por nombre común caiquén, cauquén, avutarda o caranca. Son aves gregarias, que se mezclan en grandes bandadas en la estación no reproductiva, caminan erguidas, parecen gansos de pico corto, notable diseño alar en vuelo: blanco con primarias, terciarias y faja central oscura (salvo Chloephaga hybrida), cola negra (salvo Chloephaga hybrida). Con hábitos migratorios (desde Patagonia al sur de Bs As).

La mayoría de las especies ha reducido su población por la caza, y algunas de ellas poseen algún grado de amenaza. En Argentina tres especies están protegidas por ley.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm


domingo, 23 de junio de 2024

Los fósiles de Perisodáctilos, en el Pleistoceno bonaerense.

 

Por Mariano Magnussen. Laboratorio Paleontológico del Museo de Ciencias Naturales de Miramar. Fundación Azara. Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados.  marianomagnussen@yahoo.com.ar . Tomado de Magnussen, Mariano. 2024. Los fósiles de Perisodáctilos, en el Pleistoceno bonaerense. Paleo Revista Argentina de Divulgación Paleontológica. Boletín Paleontológico. Año XVII. 181: 57-60.

Son mamíferos ungulados que se caracterizan por la posesión de extremidades con un número impar de dedos terminados en una estructura cornificada llamadas pezuñas, y con el dedo central, que sirve de apoyo, mucho más desarrollado que los demás.

Los miembros de los perisodáctilos se describen como mesaxónicos, es decir, que su dedo central, en la mayoría de los casos el tercero, el cual, se desarrolló mientras que los restantes reducen su tamaño, hasta incluso desaparecer, como los caballos.

Se cree que los perisodáctilos emergieron poco después de la extinción masiva del Cretácico-Terciario en la cual se extinguieron los dinosaurios y otros organismos. Algunos tempranos hallazgos datan del Paleoceno superior, entre hace 65 a 55 millones de años atrás, y que, para los inicios del Eoceno, hace 54 millones de años, ya se encontraban ocupando diversos continentes. Inicialmente habitaron Asia y África, luego fueron extendiéndose para ocupar Europa y América del Norte.

Durante todo la Era Terciaria evolucionaron en estos continentes, pero recién, en el Plioceno tardío, hace unos 2,8 millones de años ingresaron al continente sudamericano, durante el intercambio faunístico al unirse ambos subcontinentes.

A diferencia de otros ungulados, como por ejemplo los rumiantes, conservan los incisivos de la mandíbula superior y los utilizan para arrancar hierba. Los dientes premolares se encuentran molarizados, así junto a los molares forman una amplia superficie para triturar el alimento.

Los équidos y tapíridos, son las especies más emblemáticas entre los perisodáctilos, sobrevivieron y prosperaron hasta el final del Pleistoceno, hace solo 10 000 años, soportando la presión de los cazadores humanos y de un nuevo hábitat cambiante.

Los equinos, son mamíferos placentarios del orden Perissodactyla, que contiene solo un género viviente, Equus, y poseen en sus patas un dedo modificado que soportan todo el peso, apoyado sobre sus pezuñas. Estaban representados en el Pleistoceno sudamericano, por Hippidion principale, un primitivo caballo, el cual se extinguió hace unos 8 mil años.

Era similar a las cebras de África, pero algo más bajo y rechoncho, con extremidades cortas. Su cráneo presenta unos huesos nasales algo alargados y pronunciado que las formas vivientes. Por otro lado, es notable la conformación de las extremidades, proporcionalmente cortas y anchas, que le confieren al animal un aspecto macizo.

Su peso pudo ser de unos 400 kilos. Las características adaptativas de la parte distal de las extremidades de Hippidion pueden ser indicadores de distintos tipos de suelo y vegetación. El hábitat de Hippidion debería corresponder a un bosque o praderas húmedas y suelo blando.

Los Équidos de América del sur se han extinguido totalmente a principios del Holoceno, y convivio con otra especie de caballo tardío, el Amerhippus neogeus, un subgénero del género Equus el cual agrupa a las cinco especies de dicho género de la familia Equidae, que también se extinguió.

Recién, en el siglo XVI es incorporado nuevamente el caballo a América, luego de la colonización europea.  En el museo se resguardan distintos restos fósiles, y en exhibición se muestra un cráneo muy completo con mandíbula de este extinto animal.

Otro perisodáctilo, el Tapirus  sp, es un género de mamífero perisodáctilo extinto de la familia de los tapíridos. El género Tapirus que vivió en el Pleistoceno de América del Sur.

Tapirus dupuy, es una especie fue descrita originalmente por Carlos Ameghino en 1916, empleando como base material, fragmentarios colectados en sedimentos del Pleistoceno de la ciudad de Miramar, provincia de Buenos Aires, cuya especie homenajea a José María Dupuy, prefecto local y coleccionista en ciencias naturales, que colaboro con la búsqueda y entrega de material paleontológico y biológico al entonces Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires y Museo de La Plata. Actualmente la especie es dudosa.

Las extremidades anteriores poseen cuatro dedos y las posteriores tres. Sin embargo, la principal característica del Tapirus es su alargado hocico en forma de pequeña probóscide, que usa principalmente para arrancar las hojas, hierbas y raíces que constituyen su alimento.

Los registros más antiguos del género Tapirus en Sudamérica corresponden al Pleistoceno temprano de Argentina, y probablemente de Perú y Bolivia. Mientras tanto, en la actualidad, el Tapir (Tapirus terrestres), que incluye a varias subespecies que aun habita en el nordeste de Argentina, casi todo Brasil, Bolivia, Paraguay, este de Ecuador y Perú, las Guayanas, Venezuela y Colombia, es descendiente de estas formas fósiles, que alguna vez, habitaron la región pampeana durante la última edad de hielo.

Bibliografía sugerida.

Alberdi Alonso M, Prado JL, Favier-Dubois C. 2006. Nuevo registro de Hippidion principale (Mammalia, Perissodactyla) del Pleistoceno de Mar del Sur. Revista española de paleontología, ISSN 0213-6937, Vol. 21, Nº. 2, 2006, págs. 105-114

Alberdi, M.T.; Prado, J.L. 1995b. Los Équidos de América del Sur. In Evolución climática y biológica de la región pampeana durante los últimos cinco millones de años. Un ensayo de correlación con el Mediterráneo occidental (Alberdi, M.T.; Leone, G.; Tonni, E.P.; editores). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Monografías, p. 295-308. Madrid.

Alberdi, M.T. & Prado, J.L. 2004. Caballos fósiles de América del Sur. Una historia de tres millones de a-os. Incuapa, serie monográfica 3, 269 pp.

Ameghino, F. 1888a. Rápidas diagnosis de algunos mamíferos fósiles nuevos de la República Argentina, Buenos Aires, 17 pp.

Alberdi, G. Leone y E.P. Tonni (eds)- Evolución biológica y climática de la región pampeana durante los últimos cinco millones de años. Un ensayo de correlación con el mediterráneo occidental. Monografía del Museo Nac. Cs. Nat. Consejo superior de investigaciones científicas. Madrid. pp. 77-104.

Bussing WA, Stehli FG y Webb SD 1985. El gran intercambio biótico estadounidense. Patrones de distribución de la ictiofauna centroamericana, 453–473.

Cabrera, A., 1957. Catálogo de los mamíferos de América del Sur. I. Rev. Mus. Cs. Nat. “B. Rivadavia”, Zool. 4(1); 1-307. Bs.As.

Cione, A.L. & Tonni, E.P. 2005. Bioestratigrafía basada en mamíferos del Cenozoico superior de la región pampeana. In: Geología y Recursos Minerales de la Provincia de Buenos Aires (de Barrio, R.; Etcheverry, R.O.; Caballé, M.F. & Llambías, E., eds.). XVI Congreso Geológico Argentino, La Plata, Relatorio 11, 183-200.

Magnussen Saffer, M. 2005.  La Gran Extinción del Pleistoceno.  Boletín de divulgación Científico Técnico. Museo Municipal de Ciencias Naturales Punta Hermengo de Miramar, Prov. Buenos Aires, Argentina. Publicación 3: pp 3 – 10 (Sec.Pal).

Novas Fernando 2006. Buenos Aires hace un millón de años. Editorial Siglo XXI, Ciencia que Ladra. Serie Mayor.

Olivares, A. I., Bastida, R. O., Loza, C. M., Rodríguez, A. C., Desojo, J. B., Soibelzon, L. H. y López, H. L. 2016. Catalogue of marine mammals of the mammalogical collection of the Museo de La Plata, Argentina. Revista del Museo de La Plata, 1: 57-82.

Quintana, C. A. 2008. Los fósiles de Mar del Plata. Un viaje al pasado de nuestra región. Buenos Aires, Argentina. Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”. 242 pp.

Sánchez B., Prado JL Alberdi y MT .2006. Alimentación, ecología y extinción antiguas de caballos del Pleistoceno de la Región Pampeana, Argentina. Ameghiniana 43: 427–436

Tonni EP, Cione AL y Figini AJ 1999. Predominio de climas áridos indicados por mamíferos en las pampas de Argentina durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno. Paleogeografía, Paleoclimatología, Paleoecología 147: 257–281.

sábado, 22 de junio de 2024

Conoces a Thomashuxleya del Eoceno de Argentina?

 

Conoces a Thomashuxleya ? Es otro de los mamíferos "Notoungulados" los cuales se diversificaron en numerosas especies gracias al aislamiento geográfico de Sudamérica durante el Terciario. Era robusto y tenía 1,3 metros de longitud. Tenía una cabeza muy grande a relación del cuerpo y su mandíbula presentaba una dentición completa, formada por 44 dientes. Tenía caninos muy desarbolados en forma de colmillos, con los cuales podía remover la tierra para alimentarse de raíces. Sus extremidades largas y fuertes como otros de su orden, sugiriendo que podía ser un animal bastante veloz. Existe un esqueleto casi completo de esta especie que se encuentra en exposición en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, que fuera encontrado durante las expediciones "Scarrit" que el mismo museo organizó en Patagonia, Argentina, y que fueron lideradas por el paleontólogo George Gaylord Simpson. Recibió el nombre del famoso biólogo de siglo XIX Thomas Huxley.

Mas sobre el Eoceno argentino en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/eoceno.htm