lunes, 28 de diciembre de 2020

Preocupación por el patrimonio paleontológico de Mar del Plata y como afecta a las localidades vecinas.


Si bien la nota apareció bajo el título “Luna Roja: un hallazgo paleontológico a metros de los “dormis” clausurados” en un medio marplatense, el contenido deja claro las problemáticas sobre la protección del patrimonio paleontológico en esa ciudad y como las localidades vecinas que están capacitadas y cuentan con recursos, no pueden hacer nada, y solo dejar de cientos de fósiles se erosionen y se pierdan para siempre. Compartimos la nota;

Un grupo de vecinos hizo el hallazgo en la zona de acantilados. Desde la Asamblea de Luna Roja cuestionaron la falta de protección de los recursos paleontológicos. 

A menos de dos meses de cumplirse el primer aniversario de la clausura del balneario Luna Roja por numerosas irregularidades en torno a la explotación de la unidad turística fiscal, a metros de los dormis clausurados y ubicados sobre el acantilado un grupo de vecinos hizo un hallazgo paleontológico, lo que reavivó sus críticas tanto por la falta de preservación de los recursos naturales de la zona cómo por la falta de controles por parte del gobierno municipal de la ciudad de Mar del Plata. 

Según indicaron desde la Asamblea Luna Roja, el hallazgo corresponde a restos fósiles de un enorme mamífero extinguido (megafauna) de una antigüedad probable de millones de años, el cual fue documentado fotográficamente y presentado ante el Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Provincia.

El hallazgo se condice con las denuncias de vecinos y de la Asamblea de Luna Roja, quienes además de pregonar por el debido control y cumplimiento de las concesiones vigentes, buscan visibilizar cada una de las irregularidades para frenar todo tipo de acción que perturbe o contamine el territorio de la Reserva Forestal Paseo Costanero Sur. 

“Es de notar que las numerosas construcciones llevadas a cabo por las concesiones balnearias se desarrollan y multiplican sin el estudio de impacto necesario“, expusieron y citaron el texto de la Ordenanza 9.417. “Así, día a día las obras de las concesiones balnearias avanzan sobre un sitio delicado y frágil, Reserva Forestal, yacimiento paleontológico privilegiado, y a la vez, sitio de enorme importancia arqueológica”, cuestionaron.

Además, lamentaron la falta de un rol activo de las autoridades dedicadas a la preservación histórica, tanto del ámbito municipal como bonaerense, frente al cuidado de estos yacimientos costeros, y aseguraron que “material fósil se ha perdido por desidia en el olvido sin haber sido puesto al cuidado de la ciencia”.

En ese sentido, remarcaron que hubo más de 20 hallazgos de este tipo en la zona costera sur-sur, pero lamentaron que ninguna se pudo preservar “ya que el organismo competente y con permiso de trabajo en la zona (Museo Scaglia) no solamente no cuenta con los medios para el cuidado de estas piezas, sino que a través de un aspecto jurisdiccional, incapacita a otras instituciones científicas para trabajar o rescatar el material”, denunciaron y pidieron que las normativas de preservación y trabajo sean revisadas. (Fuente quedigital.com.ar)

Una enfermedad humana afecto a los Megamamiferos?

 


Se han propuesto diversas hipótesis para explicar la extinción de los megamamíferos que poblaron América del Sur hasta hace unos 10.000 años. Algunos autores sostienen que el ser humano fue el responsable directo de la extinción mediante la sobrecaza o “blitzkrieg”. Sin embargo, la evidencia no es concluyente, y seguramente otro factores, como el cambio climático deben haber influido de manera decisiva.

El día de hoy, investigadores del Departamento de Arqueología de la Universidad Católica de Temuco (Chile), LACEV, CONICET, y Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” presentaron evidencias indirectas que indican que posiblemente los primeros hombres llegados a América pudieron haber introducido nuevas enfermedades que podrían haber jugado un papel importante en la extinción de los mamíferos nativos

Hallazgos recientes del parásito Fasciola hepatica en ciervos endémicos de sitios del Holoceno en la Patagonia (y también probablemente de camélidos en Perú) antes de la colonización hispana constituyen evidencia indirecta que puede sustentar esta hipótesis. Fasciola hepatica es responsable de un tipo de trematodiosis, las que son enfermedades generalizadas en los rumiantes domésticos y silvestres y se la ha considerado como una de las principales limitaciones en la producción ganadera.

Debido a que el principal huésped de este parásito es el ser humano, esta enfermedad pudo haber sido introducida por el ser humano como huésped y luego dispersado por todo el continente.

Si bien la evidencia es débil, sugiere que las enfermedades introducidas por el hombre pudieron ser también un factor negativo sobre la megafauna, junto con la sobrecaza, el cambio climático e incluso enfermedades transmitidas por otros animales llegados del norte (además del hombre).

Como dato de color: el artículo es dedicado a la memoria del gran futbolista, Diego A. Maradona. Fuente; LACEV. En la imagen pueden verse los hallazgos prehispánicos de Fasciola así como un huevo de la especie encontrado en el Holoceno de Patagonia y la típica megafauna del Pleistoceno.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm

martes, 22 de diciembre de 2020

Se protegerá el patrimonio Paleontológico. Se creará una Estación Científica en Centinela del Mar.






La Fundación Azara firmó un convenio con el municipio de General Alvarado para el establecimiento de una Estación Científica de Centinela del Mar, la cual funcionará como anexo del Museo de Ciencias Naturales de Miramar “Punta Hermengo”. Tendrá la finalidad de estimular la investigación científica, la educación ambiental y la conservación del patrimonio natural y cultural de la región costera bonaerense.

Más de cien investigadores del CONICET y de diversas universidades del país prestaron su aval técnico para la creación de esta nueva área protegida. Marcos Cenizo, coordinador desde 2012 del Proyecto Reserva Natural Centinela del Mar e investigador de la Fundación Azara, comentó que esta área tiene una gran relevancia de distintos puntos de vista. “Por un lado, desde el punto de vista de la conservación de la diversidad. Allí, aún se preserva una buena representación de los ambientes naturales del sistema de dunas austral bonaerense”, señaló a la Agencia CTyS-UNLaM. Y agregó: “El área sirve de refugios para varias especies amenazadas, raras, incluso endémicas que solo habitan en las dunas bonaerenses”.

Cenizo aseveró que, “por otro lado, es un sitio de gran relevancia desde el punto de vista arqueológico, porque allí se han encontrado cuerpos de antepasados datados en torno a los 7.000 años, así como tumbas colectivas, como el famoso túmulo del Malacara, un enterratorio colectivo donde se encontraron trece cuerpos datados en unos 2.500 años de antigüedad”. Asimismo, según los especialistas, Centinela del Mar tiene un enorme valor paleontológico. 

“En las prospecciones que hemos realizado durante los últimos 20 años, en solamente dos de los 23 kilómetros de acantilados que se preserva allí, se ha encontrado una gran diversidad de fauna que vivió durante los últimos dos millones de años; hasta el momento, hemos podido determinar la presencia de más de 60 especies de vertebrados, permitiéndo acceder a un conocimiento más completo sobre la composición y dinámica de las comunidades que habitaron esta región durante el Pleistoceno, lo cual es bastante inusual en el registro fósil”, destacó.

Más allá del valor ecológico, arqueológico y paleontológico, Cenizo indica que la protección de este sitio tendría también ventajas desde el punto de vista de la sustentabilidad económica: “La preservación de los procesos de intercambios de arenas entre dunas y playas permite la renovación natural de las arenas en las playas que hoy tienen uso turístico. Esto minimiza la necesidad de construir escolleras y realizar refulados para recuperar arenas”.

El director del Museo de Ciencias Naturales de Miramar “Punta Hermengo”, del cual dependerá la nueva Estación Científica, Daniel Boh, afirmó que “este espacio brindará soporte logístico a las iniciativas científicas con base en el estudio y conservación de la biodiversidad y el patrimonio costero, y también contará un pequeño centro de interpretación destinado a las ciencias naturales, a la paleontología, arqueología, geología y a la flora y fauna actual; asimismo, habrá un pequeño espacio para la historia y exposiciones”. “En el edificio, habrá habitaciones disponibles para albergar a investigadores; ya hay una lista de especialistas interesados, tanto del CONICET como de universidades”, precisó a la Agencia CTyS-UNLaM.

El investigador Cenizo comentó que “las amenazas en centinela del Mar son las mismas que en todo el litoral de la provincia de Buenos Aires: una de ellas es la forestación con especies exóticas, principalmente con pinos y eucaliptus, los cuales fragmentan o degradan estos ecosistemas de dunas; también, la extracción de arena; el transito no controlado de vehículos en playas y dunas; la urbanización de forma caótica, la cual también fragmenta estos largos pero estrechos ecosistemas costeros naturales”.

En la provincia de Buenos Aires, hay dos áreas de dunas: una oriental, que va desde el norte del Mar del Plata hasta Punta Rasa; y otra austral, que se extiende desde Miramar hasta aproximadamente Punta Alta”. Según indicó Cenizo, “la barrera de dunas oriental tiene varias zonas protegidas, pero esto no ocurre en la barrera austral, por lo que la incorporación de esta área protegida sumaría una buena superficie de ambientes naturales a este sistema”.

Con el establecimiento de la futura Estación Científica, se habrá dado un importante paso adelante en el reconocimiento del valor ambiental, paleontológico y arqueológico existente en las dunas y acantilados de Centinela del Mar. Diversas instituciones nacionales e internacionales ya han prestado su apoyo para la declaración de esta nueva Reserva Provincial que protegería unos 23 kilómetros de costas, ubicados entre el arroyo La Nutria Mansa y hasta el paraje Rocas Negras, en la localidad de Mar del Sud.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm

domingo, 13 de diciembre de 2020

Develan el gran misterio sobre el origen de los primeros reptiles voladores.

 




Un equipo internacional de paleontólogos reveló uno de los interrogantes más grandes de la paleontología de vertebrados y de la historia evolutiva, al descubrir un pariente terrestre de los pterosaurios, aquellos reptiles voladores que dominaron los cielos durante la época de los dinosaurios e incluyen a los animales voladores más grandes que han existido.

Los pterosaurios son muy famosos en la cultura popular, muy presentes en libros y películas, pero, durante más de 200 años, hasta hoy, se desconocía su origen. En el registro fósil, nunca se había encontrado un antecesor terrestre que mostrara cómo estos reptiles evolucionaron hasta conquistar el cielo. Ese gran vacío se completó a partir de un gran descubrimiento realizado por un numeroso equipo internacional de paleontólogos argentinos, estadounidenses, brasileños y europeos.

El doctor Martín Ezcurra, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales y de la Universidad de Birmingham, indicó a la Agencia CTyS-UNLaM que “los primeros pterosaurios fueron encontrados a fines del siglo XVIII y, desde aquel momento, se observó que tenían una anatomía, un plan corporal que era muy diferente a la de otros reptiles conocidos, al tener alas formadas por membranas y sostenidas por un cuatro dedo de la mano hiperdesarrollado que es una característica única de los pterosaurios”.

“Desde entonces, y durante los siguientes 250 años, fue uno de los principales misterios de la paleontología de vertebrados el poder encontrar parientes terrestres de estos reptiles voladores y así poder entender cómo se había dado esta transición evolutiva”, agregó el autor principal de este estudio publicado hoy en la prestigiosa revista científica Nature.

Así, este nuevo estudio cubre un gran vacío, al revelar que los lagerpétidos fueron los parientes terrestres de los pterosaurios, de los cuales se conocen sus primeras especies en XX millones de años de antigüedad y convivieron con los dinosaurios durante casi toda la era Mesozoica, hasta que compartieron el momento de la extinción hace 66 millones de años.

“Este descubrimiento se produjo a partir de una combinación de diferentes hallazgos que veníamos realizando para poder entender mejor el origen de los dinosaurios”, comentó Ezcurra. Y precisó: “Uno de los grupos que se consideraba como precursores de los dinosaurios son los reptiles lagerpétidos, el cual es otro grupo enigmático del cual también se conocían muy pocas partes de sus cuerpos. Pero, a partir de nuevos hallazgos de la mandíbula y del cráneo de especies de lagerpétidos de Brasil, Argentina y Estados Unidos, pudimos detectar que estos reptiles estaban cercanamente emparentados con los famosos pterosaurios”.

El doctor Federico Agnolin, investigador del MACN, el CONICET y la Fundación Azara, destacó a la Agencia CTyS-UNLaM que “el origen de los reptiles voladores era uno de los grandes enigmas de la paleontología y de la biología, de la evolución en su totalidad; ahora, sabemos que hubo un paso intermedio entre los lagerpétidos, unos reptiles terrestres de un aspecto semejante a una lagartija, los cuales no podían volar, pero que, en este estudio, ya pudimos observar algunos pasos evolutivos en su cerebro y en su oído interno que eran adaptaciones evolutivas que posteriormente permitirían a los pterosaurios desarrollar el vuelo”.

El jefe del laboratorio de anatomía comparada del MACN rememoró a la Agencia CTyS-UNLaM cómo se dio el hallazgo: “Unos meses atrás, Martín Ezcura me llama y me dice: ‘Estuve en Brasil y vi materiales de un reptil lagerpétidos  que tienen una notable semejanza en dientes de su mandíbula con los pterosaurios”.

“Lo cierto es que Martín, sumamente entusiasmado, se acercó al Laboratorio de Anatomía Comparada del MACN donde habíamos pedido prestado, justamente, un bloque de roca que había sido hallado en 1966 en La Rioja, en el Parque nacional Talampaya, y que contenía dentro el esqueleto bastante preservado de un lagerpétido. Sin embargo, este bloque había estado más de 50 años sin preparar, es decir, sin liberar al fósil de la roca”, continuó Novas.

En efecto, Novas dispuso liberar a este lagerpétido riojano de la roca y no sólo se encontró parte de las patas y de su columna vertebral, sino lo que más les interesaba a los investigadores poder hallar: una mandíbula con dientes y parte del cráneo.

De esta manera, se pudo comparar a los pterosaurios no solamente con el lagerpétido hallazdo al sur de Brasil en 2016 (Ixalerpeton –de XX millones de años de antigüedad), sino también con el lagerpétido de Argentina (Lagerpeton, de 236 millones de años). Pero aun había más información para corroborar en este revelador estudio internacional, porque, en estos últimos años, también se habían encontrado restos de un lagerpétido en Estados Unidos.

“En 2007, se encontró una nueva especie de lagerpétido en  Estados Unidos de una  antigüedad aproximada de 212 millones de años, mientras que el de La Rioja es bastante más antiguo, por lo que este estudio comparativo nos permitió componer un panorama bastante amplio y confiable tanto para indicar la relación con los pterosaurios como así también para describir a los lagerpétidos, el cuáles también era un grupo bastante desconocido”, aseveró el paleontólogo estadounidense Sterling Nesbitt de Virginia Tech.

Respecto al espécimen hallado en Brasil, el doctor Max Langer, jefe de paleontología de vertebrados de la Universidad de San Pablo, aseveró: “Cuando vi por primera vez una mandíbula con dientes tricúspides conservados junto con fósiles de dinosaurios y el lagerpétido brasileño Ixalerpeton, pensé que habíamos descubierto el pterosaurio más antiguo. Pero, más tarde, otros lagerpétidos con rasgos de pterosaurio comenzaron a aparecer en los Estados Unidos, Madagascar y Argentina, revelando la estrecha relación entre estos dos grupos. Al final, la mandíbula perteneció al propio Ixalerpeton y nos ayudó a descubrir los orígenes de los reptiles voladores ".

“Las rocas de la edad triásica del sur de Brasil y el noroeste de Argentina albergan tesoros fósiles sin precedentes en el mundo. Esto incluye a los dinosaurios más antiguos, algunas de las tortugas y cocodrilos más antiguos, así como a los mamíferos precursores. Ahora, la historia evolutiva de los reptiles voladores también se remonta a América del Sur, en la forma de sus parientes más cercanos, los lagerpetidos”, valoró Max Langer.  

El doctor Ezcurra aseveró que “los ejemplares que iban apareciendo en distintas partes del mundo parecían indicar que los laberpétidos podían estar cercanamente relacionados con los pterosaurios, pero estas evidencias correspondían a diferentes grupos de investigación y, por sí solos, no se podía conformar una evidencia robusta, por lo que combinamos todas estas fuentes de información de diferentes ejemplares y de allí que terminamos siendo 18 investigadores de seis países diferentes los autores de este estudio”.

“Este trabajo comenzó en 2018 y, desde entonces hasta mediados de este año, una de las tareas más importantes fue la de confeccionar una matriz de datos suficientemente amplia como para poder analizar las relaciones de los pterosaurios con los diferentes grupos de lagerpétidos”, describió Ezcurra.

En total, este estudio reúne más de 820 características óseas y del cerebro, como así también del oído interno, utilizando más de 160 especies de reptiles fósiles de distintas partes del mundo. De esta forma, los autores pudieron sostener de forma muy sólida este parentesco entre los laberpétidos y los pterosaurios.

Cerebro y oído: dos adaptaciones evolutivas para poder volar


El doctor Federico Agnolin indicó que, hasta ahora, solo se contaba con algunos pocos restos de la cadera, de las patas traseras y de la cola de los lagerpétidos: “En este estudio, reunimos mucha más información y, al obtener parte del cráneo, se realizaron estudios de tomografía computada que permitieron conocer también cómo era el cerebro de estos reptiles terrestres”.

“A partir de las tomografías, descubrimos que los laberpétidos también compartían con los pterosaurios una serié de características únicas, las cuales les permitían tener una mayor agilidad. Una de estas características es que en el cerebelo de los laberpetidos y de los pterosaurios hay una estructura que se llama flécula y que se encuentra muy desarrollada en ambos, lo cual se interpreta como una adaptación evolutiva que les daba una mayor capacidad de procesamiento de información, por ejemplo, entre el ojo y el resto de la cabeza y de los miembros, por lo que tenían una mayor coordinación visual”, detalló Ezcurra.

“La relación del cerebro con el movimiento, la agilidad y este gran aparato de sentidos, son cualidades necesarias para que los animales puedan maniobrar en el aire; debe haber prerrequisitos vinculados a la visión por ejemplo, la posición, y si bien los lagerpétidos eran terrestres, ya presentan esta adapatación evolutiva que permitiría que millones de años después los pterosaurios pudieran volar”, indicó Agnolin.

El oído interno también presenta características evolutivas comunes entre los lagerpétidos y los pterosaurios. Al respecto, Ezcurra explicó: “En muchos estudios en animales actuales, se compara la estructura del oído interno con sus hábitos. En términos generales, lo que se observa es que aquellos animales actuales con un radio mayor en los canales del oído interno pueden censar mejor los movimientos, por lo que pueden ser más ágiles”.

“En el caso de los pterosaurios, se sabía que poseían un radio de cobertura del oído interno muy amplio, similar al de las aves. Lo que hemos podido detectar es que esta característica también está presente en los lagerpétidos que hemos estudiado en para esta publicación en Nature”, agregó el doctor Ezcurra. Fuente;  Agencia CTyS-UNLaM.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm