sábado, 2 de octubre de 2021

Reabrirá el Museo de Ciencias Naturales de La Plata con salas renovadas.

 





Entrevista a Analía Lanteri, directora de la institución que exhibirá nuevamente el fósil del animal más grande del planeta

El Museo de Ciencias Naturales de La Plata reabrirá sus puertas al público el viernes 8 de octubre. Una de las últimas jornadas que o tuvo como protagonista y en la que participó mucha gente fue “La noche de los museos”, en noviembre de 2019. En esa jornada se acercaron al lugar más de ocho mil personas. 

A diferencia de la etapa anterior a la pandemia, esta vez el Museo de Ciencias Naturales no podrá ser visitado en su totalidad. Los visitantes podrán recorrer sólo una parte del edificio, que fue inaugurado el 19 de noviembre de 1888. Esa restricción se debe a los protocolos sanitarios establecidos por el COVID-19.

El recorrido será unidireccional y las salas que se podrán visitar son las que tienen que ver con paleontología, la de los invertebrados (con su pulpo gigante) y la de los vertebrados acuáticos, donde se encuentra el animal más grande del planeta: la ballena azul.

También vale destacar un pulpo de nueve metros de diámetro, que está en el museo desde 1920 y fue traída de Inglaterra.

No pagarán los niños de 12 años o menos, los jubilados, los estudiantes universitarios y los pensionados. La entrada tiene un valor de 200 pesos y habrá que reservarla previamente desde la página de la institución. Se podrá pagar en el museo sólo con tarjeta de crédito o débito.

Entre las particularidades que sobresalen en el lugar fundado por Francisco Moreno se encuentra el Diplodocus, traído a La Plata en 1912. Cabe destacar que no se trata de un fósil original, sino una réplica, pero sólo hay 12 en el mundo y uno de ellos pedido por la Argentina. El original está en la localidad de Pittsburgh,  en Estados Unidos.

El museo también posee una de las colecciones de fósiles antárticos más importantes del mundo y la muestra de arqueología peruana más grande fuera de Perú, además de una réplica de la Puerta del Sol de Tiwanaku.

Por otra parte, la colección de mamíferos del cenozoico (entre los que se destacan los gliptodontes y mastodontes) es muy importante y se han llevado para hacer muestras temporarias en Japón.

Además, los visitantes se encontrarán con salas renovadas y nuevos atractivos. Dentro de una de ellas habrá un stand donde se encontrarán la ciencia y el arte. A través de las nuevas tecnologías las personas podrán observar la evolución de las distintas especies, y los cambios que se sucedieron, en forma interactiva.

Por otro lado, también habrá señalización con lenguaje de señas y nuevos materiales para que los no videntes puedan conocer la historia a través del tacto.

Los protocolos sanitarios incluirán el uso del barbijo en todo momento que se esté adentro del museo, habrá que tomarse la temperatura y ponerse alcohol en gel, y se deberá poseer al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19. 

 “Somos un museo universitario y el sentido es que sea un lugar que no sea restrictivo desde lo económico”, señaló la doctora Analía Lanteri, directora del Museo de Ciencias Naturales en diálogo con Info Blanco Sobre Negro. Y señaló que también el lugar es un lugar de estudio para estudiantes universitarios.

El museo, según su directora, es una institución de referencia para la provincia de Buenos Aires y siempre es visitado por contingentes escolares de distintas localidades bonaerenses.

Antes de la pandemia en el primer mes de inscripción no quedaban más turnos, en julio se volvía a abrir y en agosto también se agotaban”, relató Lanteri. Y contó que durante los meses de septiembre y octubre el museo “explota”.

ISBN: ¿Cómo fueron cambiando los museos a lo largo de la historia?

Lanteri: Las salas de este museo, y muchos del siglo XIX, cumplían la doble función de alojar materiales y exponerlos al público.

Pero si un visitante encuentra una vitrina abigarrada de objetos no le dice nada, por eso la tendencia actual es hacer un guión museológico, tomar un tema y explicarlo.

De esa forma, hay un relato y ya no es mostrar un montón de objetos que, en todo caso, los estudiará el especialista y los clasificará asignándoles un nombre y una edad.

ISBN: Si bien no estará abierta al público, ¿cómo es la historia de la sala egipcia?

Lanteri: Lo que hay en la sala egipcia del Museo de Ciencias Naturales fue traído de una campaña que se realizó a Sudán entre los años 1961 y 1962 antes de la construcción de la represa de Asuán, que iba a inundar el valle de los faraones y se iba a perder un montón de material.

Por ese motivo, fueron invitados investigadores argentinos del museo, y también franceses, para que se hagan expediciones y sea recuperado lo que más se pueda.

Luego de la expedición se recuperó parte del Complejo Aksha, ubicado en Sudán, donde había templos, la casa del gobernador, el depósito de granos y varias instituciones.

Fueron dos años de expedición y el gobierno de Sudán le otorgó al Museo de Ciencias Naturales parte de los elementos con la condición de que sean expuestos al público.

Más tarde, se remodeló la sala con la ayuda de la Universidad Nacional de La Plata y la Fundación Getty Rosenwasser, cuya presidenta era Elsa Rosenwasser, hija de Abraham Rosembaser, el historiador que participó de la campaña de 1960. Ella misma hizo la curaduría de la sala. Próximamente vendrán al museo para filmar parte de un documental sobre la vida Abraham Rosembaser. Por: Federico García