lunes, 24 de septiembre de 2018

Propraopus grandis, el ultimo de los grandes armadillos en el Pleistoceno.


Se trata de otro género de Dasipodido, es decir, un mamífero compuesto por una coraza ósea con placas corneas y a diferencia de los Gliptodontes poseían bandas móviles que les permitían realizar importantes movimientos o ponerse en forma de bola.
Su origen se remonta al Paleoceno medio, calculados en unos 55 millones de años antes del presente y en poco tiempo colonizaron una gran variedad de ambientes, logrando una diversificación muy exitosa. Su tamaño era muy similar al de los actuales "Tatu carreta" que vive en el norte Argentino, llegaba a medir 1,20 metros de longitud. Su alimentación fue muy variada, compuesta principalmente gusanos, huevos, vegetales y animales en estado de descomposición.
Los huesos de sus extremidades eran cortos y robustos, muy característicos de esta familia. Sus falanges ungueales o garras eran muy desarrolladas para realizar extensas madrigueras, donde pasaba gran parte de su tiempo y donde las hembras daban a luz. La presencia de los osteodermos fijos dentro de esta especie se fundamenta por la forma hexagonal y la presencia de dos o tres figuritas periféricas en su borde anterior.
En las placas móviles, se observan los dos surcos que divergen hacia la parte posterior de la placa, limitando de este modo una figura subtriangular. Con respecto al registro fosilífero de esta especie, podemos decir que es muy escaso, y cuando los Paleontólogos y los técnicos encuentran alguna pieza, se trata de restos aislados.
Imágenes, tomadas de archivo y posible aspecto de Propraopus grandis, tomado del paleoartista Jorge Blanco en el libro Bestiario Fósil, como Pampatherium.