Megarachne servinei, que estaba registrada en el Libro
Guiness de los Récords Mundiales, era considerada como una de las arañas más
aterradoras de la prehistoria.
El experto en arácnidos Paul Selden, de la Universidad de
Manchester, asegura que la bestia de un metro de largo era un escorpión de mar.
El fósil de la criatura fue descubierto en 1980 por el paleontólogo argentino
Mario Hunicken, quien originalmente la clasificó como una araña que vivió hace
300 millones de años.
Una de las localidades gondwanicas más importantes del
mundo, lo conforman los afloramientos geológicos de "Bajo Veliz", la
cual se halla emplazada en el sector noroeste de la Sierra Grande de San
Luís y ocupa una angosta depresión de más de 12 kilómetros, surcada de sur a
norte por el Arroyo Cautana, en donde sí se han hallado fósiles de verdaderas
arañas como Gondwanarachne argentinensis.
También se encuentran excelentes y abundantes restos fósiles
de vegetales (las impresiones se refieren a hojas, tallos, fructificaciones y
semillas platispérmicas con buen grado de preservación) y con frecuencia restos
fósiles de insectos y de arácnidos en muy buen estado de conservación, como el
fósil de un escorpión marino gigante, Megarachne servinei que
erróneamente desde su descubrimiento, había sido catalogado como un gran
arácnido.
Con la aparición de este artrópodo fósil, juntamente con la
paleoentomofauna y la paleoflora resulta un hecho altamente auspicioso desde
los puntos de vista paleontológico y bioestratigráfico.
Volviendo a Megarachne, se trataba de un escorpión de
unos 70 centímetros de envergadura y con un peso probable de unos 1500 gramos.
Su alimentación consistía principalmente de pequeños vertebrados, como
anfibios, reptiles y peces.
Se trataba de un artrópodo, por lo cual, poseía una
garra larga y dos ojos grandes, mientras que las arañas suelen tener ocho ojos
pequeños. Además pareciera tener un cuerpo robusto o caparazón, con arrugas o
prominencias en su espalda que no se han encontrado en ningún tipo de araña
conocida por el hombre.
Es posible que esta criatura haya vivido en una ciénaga y
usaba sus garras para abrirse paso entre el barro. Si lo comparas con alguna
especie animal existente hoy en día, probablemente escogerías un cangrejo largo
o una langosta.
Hay un nuevo fósil de la Megarachne más grande, de
45 cm. de cuerpo y 60 cm. de extensión aproximadamente, que está bajo la
custodia del señor Guido Pollini en la localidad de Santa Rosa del Conlara (San
Luís), emplazada a 25 km de Bajo de Veliz. A pesar de que no se trata de
la araña más grande que haya existido en el mundo, es claro que es una bestia
asombrosa y con gran valor científico. El trabajo que menciona la
nueva corrección se titula "The true identity of the supposed giant fossil
spider Megarachne" , Paul A Selden, José A Corronca y Mario
A Hünicken (2004).