El término Archaeopteris
suena a dinosaurio alado, pero la realidad es que este término hace
referencia a un primitivo ancestro de los árboles. No podemos decir que sea el
primer árbol conocido, siempre entendiendo el término árbol como un organismo
vegetal fotosintético, con tronco que se eleva varios metros del suelo.
Este honor lo sustenta Wattieza,
pero Archaeopteris
tuvo gran relevancia a mi modo de ver en la aparición de los primero peces de
agua dulce y posteriormente en la colonización de los tetrápodos de la tierra
firme. Esta planta arborescente se vivió desde finales del Devónico, a
principios del Carbonifero, y se extendió por todo el mundo.
Otras plantas como algas, musgos y helechos ya había
colonizado tierra firme de forma tímida, preparando el terreno para la
colonización de los artrópodos. Pero retrocedamos al origen del hábitat del Archaeopteris. La vida oceánica se
concentraba en el Océano Iapetus, una masa oceánica situada en el ecuador,
rodeada por 3 contienentes, Laurentia, Avalonia y Báltica.
La deriva continental hizo que estas tres masas se
unieran haciendo desaparecer dicho océano. Al disminuir el espacio vital,
pasando de un enorme océano, al contorno de un super-continente, la
competitividad por el espacio y los recursos aumentó considerablemente.
Mientras los continentes seguían colisionando, comenzó a formarse una inmensa
cadena montañosa que atravesaba el super-continente, se trata de la Cadena
Caledoniana.
Se piensa que tenía gran cantidad de picos por encima de
los 8000 metros, y su inmensidad, suponía un obstáculo para las nubes cargadas
de humedad que atravesaban el continente. Este super-continente llamado
Laurusia, era un vasto desierto de areniscas, hasta que estas montañas se
formaron, ya que las nubes descargaban grandes cantidades de agua al chocar con
ella, formado los primeros grandes ecosistemas de aguas dulces.