Laura Chornogubsky analiza la historia evolutiva de los polidolópidos. El paleontólogo Florentino Ameghino fue el primero en describir el grupo.
En un estudio publicado recientemente en el Zoological Journal of the Linnean Society, Laura Chornogubsky, investigadora del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR), efectuó la revisión de un grupo de marsupiales extintos, descritos por primera vez en 1897 por Florentino Ameghino. La investigación da cuenta de la evolución de los polidolópidos, sus relaciones de parentesco y una hipótesis sobre su extinción.
Durante el Paleógeno, entre 66 y 23 millones de años atrás, los polidolópidos habitaron el sur de América del Sur, es decir Chile, la Patagonia Argentina y la Península Antártica.
“Si bien hoy parece impensable que un marsupial, y la mayoría de los mamíferos terrestres, pueda sobrevivir en este continente, en la época en la que vivieron los polidolópidos había grandes bosques similares a los andinopatagónicos, incluso compatibles con climas más cálidos” explica Chornogubsky Con el paso del tiempo, hipotetiza la investigadora, la temperatura descendió, al igual que la humedad, provocando una desertificación de la región donde el grupo de marsupiales evolucionó. Según esta teoría, la extinción de los polidolópidos podría estar relacionada con el deterioro climático durante el Oligoceno temprano.
En la actualidad, se registran trescientas especies de marsupiales en el mundo, la mayoría de ellas en Oceanía. El canguro y el koala son los ejemplares más populares. Sin embargo, en Argentina se ubican veinticinco especies, entre los que se destacan las zarigüeyas o comadrejas. “En el pasado, los marsupiales sudamericanos fueron mucho más abundantes de lo que son en la actualidad, con cientos de especies de muy variada forma y tamaño”, declara Chornogubsky.
Si bien el debate aun continúa abierto, algunas de las hipótesis apuntan a resaltar la relación de los polidolópidos con los marsupiales australianos. Esta situación da cuenta de las complejas relaciones que se pudieron haber establecido hace millones de años cuando el mundo se dividía en dos supercontinentes: “Hacia fines del Cretácico y comienzos del Paleógeno, hace 66 millones de años, el sur de América del Sur y la Antártida estuvieron unidos” puntualiza Chornogubsky. Y agrega: “Los polidolópidos pudieron haber evolucionado en una gran masa continental sin tener mayores barreras que los aislaran. Por eso hoy los registros de la Antártida nos muestran restos de estos grupos”.
Además, a partir de un análisis filogenético realizado sobre restos dentarios, la científica logró describir un género y tres especies nuevas: Hypodolops, Hypodolops sapoensis, Amphidolops intermedius y Amphidolops minimus, respectivamente. La investigación de Chornogubsky permitió avanzar sobre la comprensión de la historian evolutiva de los marsupiales,“estudiando al pasado para entender las relaciones entre los seres vivos que hoy no podemos ver”, reflexiona.
Fuente; Conicet. Ilustración: Gabriel Lío. Kramadolopsmaximus, el último de los polidolópidos. Imágenes; Isla Marambio (Península Antártica). Equipo antártico (enero 2016). De izquierda a derecha: Marianella Talevi, Verónica Ayala, Laura Chornogubsky, Magalí Cárdenas, Ornella Constantini. Inmediaciones de Gaiman (Provincia de Chubut) donde se encontraron algunos polidolópidos patagónicos.
Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm