martes, 23 de febrero de 2021

Federico Agnolin y una nueva mirada sobre el ave gigante Brontornis burmeisteri.

 



El Dr Federico Agnolin,  es  integrante del  Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados, en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”-CONICET, y Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”, Departamento de Ciencias Naturales y Antropología, CEBBAD–Universidad Maimónides, y prácticamente nos tiene acostumbrados semanalmente,  a publicaciones científicas de la más alta calidad, y de los más diversos temas y contribuciones en el campo biológico y paleontológico.

Un nuevo estudio de la posición filogenética de Brontornis burmeisteri,  coloca a esta enorme ave como un integrante de los Galloanserae , relacionado cercanamente a las extintas Gastornis del hemisferio norte.

Brontornis burmeisteri, se conoce a partir de huesos, principalmente de las patas y los pies, pero también por algunas piezas de cráneo y columna vertebral, que se encuentra en varias localidades argentinas. burmeisteri fue la especie más grande de su grupo, con una altura de alrededor de 2,80 metros y un peso estimado de 350-400 kg

Tras re-codificar matrices de datos con aves extintas, los análisis filogenéticos (de relaciones de parentesco) sugiere que Brontornis era un miembro del grupo de los Galloanserae  y no un ave del terror, como se había propuesto durante decadas.

Esto significa que esta ave, representaría una radiación fantasma y hasta ahora desconocida de aves herbívoras gigantes en Sudamérica, provenientes del hemisferio norte, o bien, de la Antártida. Siendo lo más probable la dispersión desde el norte, por su parentesco con Gastornis, un género de aves del Eoceno.

Brontornis burmeisteri fue un ave dominante de la Patagonia durante el Mioceno, viviendo a la par de grandes animales, como el mamífero similar a los tapires, el  Astrapotherium y el depredador Thylacosmilus (un marsupial con dientes de sable). Convivió con algunas aves del  terror más pequeño y activos como Phorusrhacos; pero aparentemente se extinguió antes de la aparición del inmenso Argentavis, la mayor ave voladora de la que se tiene constancia.

Como abran observado, este mes de febrero, fueron varias las contribuciones de Agnolin a la paleontología sudamericana, veremos que nos prepara para la próxima semana. Un ejemplo de profesional y buena persona destacado por sus pares. Imágenes de archivo.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm