Los 2 paleontólogos que la semana pasada visitaron nuestra
ciudad encontraron las dos mitades e hicieron un modelo 3D de uno de los
fósiles que disparó la teoría de la evolución.
Científicos del Museo de Historia Natural de Londres juntaron
por primera vez las dos mitades del cráneo de un megaterio que Charles
Darwin recolectó en 1832 en un médano de Punta Alta. El naturalista inglés visitó nuestras costas
en una expedición de 5 años a bordo del HMS “Beagle”. Acá, juntó diversos
fósiles que se cree dieron el puntapié inicial para el desarrollo de su famosa
teoría de las especies.
Entre ellos se encuentran los fósiles del megaterio, un
perezoso gigante del tamaño de un elefante, que habitó nuestro territorio hace
más de 10.000 años y del que no se tenía conocimiento en el mundo de la
ciencia de ese entonces. En los últimos meses, esos fósiles fueron
llevados finalmente al Museo de Historia Natural de Londres para ser escaneados
en 3D, como parte de un programa de digitalización.
La tarea no fue fácil, puesto que paleontólogos
encargados del trabajo, Pip Brewer y Adrian Lister, tuvieron que hacer un
trabajo de detectives para dar con todas las piezas de la colección de
Darwin.
Es así que a la mitad faltante del cráneo del
megaterio de Darwin lograron encontrarla en la antigua casa del naturalista
inglés. "Estuvimos tratando de documentar cada espécimen, de entender de
dónde vino e incluso determinar si definitivamente fue uno de los de Darwin—
dijo la paleontóloga en una nota publicada en el sitio web del MHN—.
Curiosamente, nadie había hecho eso antes. Considerando el papel
fundamental que estos fósiles probablemente jugaron al sentar las bases de la
teoría de la evolución de Darwin, esto es sorprendente.”
“Escanear los delicados fósiles ayuda a preservarlos para
futuras investigaciones. Tener un sustituto digital no solo reduce el manejo,
sino que también brinda acceso a las personas de todo el mundo, ya sean
investigadores que quieran estudiarlos o al público que simplemente esté
interesado y quiera verlos", explicaron los científicos. La semana
pasada, Brewer y Lister visitaron Punta Alta, conocieron el Museo Municipal de
Ciencias Naturales Carlos Darwin y recorrieron los sitios dentro de la Base
Naval Puerto Belgrano donde el naturalista inglés recolectó algunos de los
fósiles.
Además, dieron una charla en el Teatro Colón, en el marco de
las celebraciones por “El mes de Darwin en Punta Alta”.Fueron recibidos
por el intendente Mariano Uset, la geóloga Teresa Manera (quien trabajó para
conservar las huellas de megaterio y otras especies prehistóricas en Pehuen Co)
y el director del Archivo Histórico Municipal, Luciano Izarra.
“Venir después de
muchos años estudiando a Darwin es para mí como visitar La Meca. Es una
sensación muy especial y emocionante porque las cosas que Darwin encontró aquí
fueron muy importantes para el desarrollo de su teoría —dijo Lister en una
rueda de prensa—. Ustedes tienen aquí un museo con los fósiles y las
explicaciones en el mismo lugar donde fueron encontrados. La gente de este
lugar y los visitantes deben valorizar la gran importancia de este lugar,
porque es fantástico.”
“Es absolutamente
fantástico estar en este lugar. Cuando vine la primera vez no sabía de la
existencia de este museo y fue fantástico encontrarme con los fósiles de todos
estos animales, de los cuáles hemos leído o solo habíamos visto pequeños
fragmentos. En nuestro Museo de Londres, donde se exhiben muchos de los
fragmentos de fósiles que Darwin llevó desde Punta Alta, la gente se muestra
muy entusiasmada al verlos. Ustedes deberían estar muy orgullosos de este
lugar y de lo que ha contribuido a la ciencia”, agregó la paleontóloga Brewer.
Por su parte, Manera
contó que “cuando en auto veníamos por la ruta entrando a la ciudad, Adrian
y Pip se emocionaron al ver el cartel que decía Punta Alta. No nos damos cuenta
aún de la importancia que tienen para la historia de la ciencia esos hallazgos
de Darwin, hace más de 180 años, que fueron los disparadores de su teoría que
hoy es la base de la biología moderna”.
Como regalo, los científicos británicos entregaron
al Museo Carlos Darwin una réplica exacta de la mandíbula de un milodón, otro
tipo de perezoso gigante extinto que el científico británico recogió de
nuestras costas y que hoy se exhibe en Londres. (La Nueva.)