Otra sorpresa en una obra en construcción: operarios que
trabajaban en un terreno de 2 y 72, cerca del centro de La Plata
encontraron un resto fósil que pertenecería a un oso "rostro
corto", que vivió en estas tierras hasta por lo menos hace 10 mil
años.
Se trata de una pieza de poco más de medio metro que
correspondería con el húmero del animal omnívoro que habitó la zona
de la pampa bonaerense en el pleistoceno.
Los trabajadores removían tierra que llegó desde una cantera
ubicada en la zona del Barrio Aeropuerto (a 15 kilómetros del centro de la
ciudad) cuando hallaron el hueso fosilizado.
"En buena parte del subsuelo de la región pampeana se
pueden encontrar muchos fósiles. Esto abarca provincia de Buenos Aires, sur de
Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. Pero la importancia de este hallazgo es
que se trata de un animal que no era muy abundante", dijo a Clarín el
docente e investigador de la facultad de Ciencias Naturales y Museo de La
Plata, Leopoldo Soibelzón.
El oso "Actotherium" era una especie de entre 400
y 1.500 kilos; y unos 3 metros de altura que vivió en esta región entre un
millón de años atrás y los de 10 mil años. "Formaban parte de la pirámide
del sistema. Eran predadores tope, por eso su presencia entre las
especies era menos frecuente", explicó Soibelzón, quien se especializa en
animales prehistóricos de la zona de América del Sur y trabaja también para el
Conicet.
José Aguirre, uno de los obreros que encontró el hueso, se
encargó de llevarlo hasta el Museo de Ciencias Naturales de la UNLP, donde funciona
la facultad y los centros de investigación. "Los profesores estaban
contentos y nos dijeron sobre la importancia de dar a conocer estas
cosas", dijo el hombre en declaraciones que difunde el portal 0221.com.ar.
Esto ocurrió a fines de la semana pasada. Ahora las piezas
del animal están sometidas a estudios y análisis en el área de Paleontología
del Museo.
Al enorme hueso lo sacaron de una tosca. Se trata de un
húmero de 60 centímetros de largo. "Aunque no están terminados los
estudios podemos afirmar que se trata de un individuo adulto, de mediana
estatura, probablemente una hembra", anticipó el investigador.
A fines de julio pasado un vecino de Berisso halló en
el patio de su casa los restos de un mastodonte, mientras trabajaban obreros en
una refacción. También en ese caso la tierra provenía de la cantera del Barrio
Aeropuerto.
Soibelzón aclaró que los primeros registros del oso rostro
corto data de un millón de años y que los ejemplares desaparecieron en la
gran extinción que afectó a los mamíferos de gran tamaño. Esto fue al mismo
tiempo que desaparece la gran fauna, sobre el final de la glaciación que
provocó un fuerte cambio climático y también coincidió con la aparición del
hombre en la región de América. Fuente, Clarín.