domingo, 2 de febrero de 2020

Hallan fósiles de Carcharodon carcharias, un Tiburón blanco en el Pleistoceno de Miramar.





Identifican los primeros restos fósiles bonaerenses de un Tiburón blanco prehistórico de unos 10 mil años antes del presente. Fueron hallados casualmente por dos vecinos de la ciudad balnearia.
El tiburón blanco es la especie de pez más afamada por ser uno de los depredadores marinos con una contextura imponente y contar con un prontuario extenso de ataques a seres humanos. Sin dudas es una de las especies más grandes de tiburones, alcanzando los 6 metros de longitud.
Un peculiar y casual hallazgo paleontológico realizado por dos vecinos en la ciudad balnearia de Miramar, demuestra la presencia de este curioso depredador marino a partir de fósiles identificados recientemente. Los fósiles tendrían una antigüedad cercana a los 10 mil años.
El tiburón blanco, es una especie rara vez registrada en el mar argentino. Hace unos días fue identificado en el registro paleontológico de la ciudad de Miramar, a partir de dos dientes depositados en las colecciones científicas del Museo de Ciencias Naturales de esa ciudad, ubicada a unos 450 kilómetros de Buenos Aires.
Hace unos años, dos vecinos de la localidad los encontraron mientras  juntaban caracoles en la playa. En ocasiones aparecen fósiles desplazados o rodados en nuestra costa, pero estos restos marcaron la diferencia. “De forma separada en distancia y tiempo, se recuperaron los dientes que muestran un importante proceso de fosilización. Los materiales en cuestión fueron llevados al Museo Municipal de Miramar, y quedaron guardados en un cajón durante unos años” comento Daniel Boh, titular del museo local.
El primer diente, fue encontrado por José Puente en las playas ubicadas en el bosque del vivero dunicola, y el segundo, fue descubierto por Miguel Babarro y procede de la localidad vecina de Mar del Sud, distante a unos 15 kilómetros al sur de Miramar.
Pasaron varios años, hasta que Mariano Magnussen del Laboratorio Paleontológico del nuevo museo miramarense, noto la importancia del hallazgo mientras revisaba cientos de fósiles depositados en las colecciones. Junto a Federico Agnolin (Museo Argentino de Ciencias Naturales, Conicet, Fundación Azara y Universidad Maimonides) realizaron las primeras observaciones sobre los mismos, y desarrollaron algunas hipótesis sobre su origen, ya que en varios sectores de las playas locales suelen aparecer restos fósiles de ballenas, caracoles y erizos que estarían vinculados con los ambientes donde vivian estos tiburones prehistóricos.
Posteriormente, Sergio Bogan (Fundación Azara y Universidad Maimonides) consulto la colección fósiles de esta institución y observo estos dientes, identificándolos de inmediato como los de un Carcharodon carcharias, popularmente conocido como tiburón blanco. “Si bien presentan erosión se trata de dos excelentes piezas fósiles, uno de ellos de la mandíbula superior y el otro de la inferior”, sostuvo Sergio Bogan, y agrego “Se trata de los primeros restos fósiles de esta especie descubiertos en este sector de la costa bonarense”, “El tiburón blanco en la actualidad es sumamente inusual en nuestras costas … y este hallazgo refuerza el modelo paleontológico previamente propuesto, donde la especie era mucho más abundante en el pasado reciente de nuestro mar”.
Al ser consultado, Mariano Magnussen enfatizo que; “Miramar es uno de los pocos lugares del mundo, donde tenemos registros paleontológicos, arqueológicos e incluso históricos de la presencia del Carcharodon carcharias”. 
Hace unos años, un equipo de arqueólogos del Museo de La Plata, recuperaron dientes de esta especie con una antigüedad de 3 mil años en el sitio Nutria Mansa. Estos materiales fueron utilizados como pendientes y utensilios de corte por los pueblos indígenas que vivieron en el lugar. Además en 1954, justamente en los balnearios céntricos de Miramar, un tiburón blanco ataco a un joven nadador, siendo este el único registro de ataque de tiburón en Argentina hasta este momento.
Es de destacar la participación y debida conciencia de ambos vecinos en acercarse al museo y dejar las muestras a disposición de la ciencia. Todos los fósiles y yacimientos están protegidos por la ley 25.743/03 y por la ordenanza municipal 248/88 donde el estado provincial (atravez del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico) tiene jurisdicción ante estos temas de recuperación de fósiles. Los fósiles son patrimonio de todos, y resultan materia de fascinación para los visitantes de los Museos y una fuente de constante de información para conocer el pasado de nuestra región. Es sumamente importante preservarlos entre todos.