Los escuerzos
del género Ceratophrys conforman un peculiar grupo de anuros
neotropicales caracterizados por su notable robustez corporal y una cabeza
desproporcionadamente grande.
Actualmente
se consideran seis especies vivientes asignables a dicho género, de las cuales
sólo dos se encuentran distribuidas en la República Argentina. En las regiones
chaqueña y central de este país se distribuye la especie C. cranweüi
Barrio 1980, mientras que una segunda especie, C. ornata Bell,
1841, restringe su distribución a la región pampeana.
Tenía una
cabeza ancha e hidrodinámica como la de un animal nadador y cubierta por
ásperas molduras óseas. Sus mandíbulas eran anchas y semi-circular provistas de
una hilera de pequeños dientecillos aserrados, portando 8 dientes premaxilares
y de 30 a 40 dientes maxilares, mientras que la mandíbula inferior carecía de
estos, pero poseía un borde muy afilado.
Excavaban
cuevas en el suelo utilizando unos tubérculos córneos de bordes afilados que
poseen en las patas posteriores Es probable que este raro animal se moviera
torpemente en tierra firme, pero en el agua se movía rápidamente y con astucia
para capturar pequeñas aves, mamíferos, insectos, peces e incluso miembros
juveniles de su misma especie. Foto; Cráneo de Ceratophrys ameghinorum y
reconstrucción en vivo. Museo Punta Hermengo de Miramar.