Es
una especie extinta de ave gruiforme de la familia Phorusrhacidae o aves del
terror. Es el ave predadora conocida más grande de la historia.
Vivió en el Mioceno, hace unos 15 millones de años. Midió
más de tres metros de altura, su cabeza (incluyendo el pico) llegó a medir más
de 70 cm de longitud, siendo el ave conocida con el cráneo más grande, llegaban
a pesar los 160 kilogramos. Kelenken era ágil y podía cazar y
devorar roedores, reptiles y pequeños mamíferos; las crías de estas aves alcanzaban
los 100 km/h pero los adultos sólo llegaban a los 60 km/h.
Su fósil fue encontrado en la Patagonia, concretamente en la
estación de tren de Comallo, cerca de la ciudad de Bariloche, Argentina por
Guillermo Oscar Aguirrezabala. Los restos constan de un cráneo y fragmentos de
un pie y de una pata y se encuentran en el "Museo Paleontológico de
Bariloche.
Antes del descubrimiento de su cráneo, los científicos
interpretaban las cabezas de las grandes aves del Cenozoico como versiones a
mayor escala de las de las aves de menor tamaño. Los huesos de la pata y el pie
tienen un parecido superficial con los del ñandú, un ave no voladora actual de
América del Sur. Fotografía, recreación realizada para la Fundación Azara.