miércoles, 23 de enero de 2019

Notiantha grandensis, flores del Paleoceno de Chubut.


Un equipo científico de Estados Unidos y Argentina ha identificado que se corresponde con el grupo de las Rhamnaceae y ha podido profundizar en cómo fueron las conexiones de la vegetación entre los continentes.
Investigadores de la Cornell University (Estados Unidos), de la Universidad Nacional del Comahue y del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente (INIBIOMA-CONICET) de San Carlos de Bariloche, Rio Negro (Argentina) y de la Universidad Estatal de Pennsylvania (Estados Unidos) han estudiado flores fósiles halladas en rocas de 64 millones de años en la denominada Formación Salamanca, en la Patagonia (Chubut, Argentina).
En el Hemisferio Sur rocas de esta edad (Paleoceno temprano) son muy escasas y su estudio muy importante, ya que corresponde al periodo de tiempo más antiguo que se conoce para la era Cenozoica, justo al que siguió a una gran extinción masiva a nivel global. Existen muy pocos registros en el mundo de lo que ocurrió después de esta gran pérdida de finales del periodo Cretácico, cuando más del 70 por ciento de la flora y fauna del planeta se extinguió.
Durante las campañas de campo en Patagonia realizadas entre el 2005 y el 2012, los investigadores pudieron recopilar varias flores fósiles que se preservaban dentro de rocas, aplastadas en forma de lajas. Los materiales, muy pequeños, tuvieron que ser limpiados de sedimento que lo cubría.
Las ramnáceas (Rhamnaceae), se trata de árboles o arbustos, a veces trepadores con espinas, y matas. Hojas simples con frecuencia alternas, a veces opuestas, con estípulas caducas o transformadas en espinas; flores inconspicuas, hermafroditas o unisexuales, pentámeras o tetrámeras, diclamideas o monoclamideas, de ovario súpero o ínfero, con un óvulo por lóculo.