martes, 29 de enero de 2019

Pyrotherium romeroi, un antiguo y curioso mamífero del Oligoceno.


Tenía unos 3 metros de largo y pesaría tres tonelada y media. Su nombre significa "Bestia de fuego" ya que los primeros restos hallados por Florentino Ameghino en 1889, provenían de depósitos sedimentarios de origen volcánicos.
Algunos mamíferos fósiles de Sudamérica eran extraños, pues, evolucionaron aislados del resto de los continentes. Pyrotherium se veía como un elefante primitivo en algunos aspectos, pero poseía características propias muy llamativas.
Tenía patas muy fuertes para soportar el enorme peso de su cuerpo. Su cabeza estaba dotada de una trompa y sus mandíbulas estaban acompañadas por seis colmillos, no dos como los elefantes modernos o como algunas formas fósiles. Eran cortos y en forma de cincel, los cuales eran utilizados para excavar la tierra en busca de raíces y bulbos.
Los esqueletos se conocen imperfectamente, las especies más comunes halladas muestran un cuerpo alargado y bajo. Algunas características recuerdan al grupo de grandes herbívoros primitivos, los xenungulados del Paleoceno, con los que se supone que están emparentados. Sin embargo, el estudio completo del tarso de Pyrotherium no apoya esta relación. En un estudio, no se observaron las características más derivadas del mismo en otros mamíferos examinados exceptuando al Arsinoitherium del Paleógeno de África.
Sus restos, hallados en Sudamérica (Brasil, Argentina y Perú), datan del Oligoceno. Foto, Cráneo en el Mef.