miércoles, 29 de mayo de 2019

Preparación de moldes y de copias fosiles.

Cuando un resto fósil tiene un interés especial, tal vez porque se trata de una forma nueva o muy bien preservada, los paleontólogos deciden hacer copias. La idea es hacer réplicas de los restos originales, los cuales son copias fieles a la pieza original. El primer paso es hacer los moldes de la pieza del organismo a copiar, que por supuesto, el fósil fue procesado previamente por el personal técnico idóneo de un museo o institución científica. Esta tarea debe realizarse con mucho cuidado para no dañar los especímenes.

En la actualidad, los moldes suelen hacerse con plásticos flexibles que se separan con facilidad del hueso, y después de la pieza fundida, logrando copiar hasta los detalles mas íntimos de un organismo. Pero igualmente existen numerosas técnicas de trabajo, las cuales son utilizadas según el espécimen a duplicar.

El primer problema surge al diseñar el molde de un hueso. Este debe estar formado por dos o más piezas, que deben estar ajustadas entre si correctamente, para luego poner el material fundido y que este no se derrame por hendiduras o cavidades mal diseñadas o cerradas, para evitar distorsiones en la pieza procesada. Algunos moldes pueden ser sencillos, como por ejemplo los huesos largos o algunas vértebras, las cuales se hacen en dos mitades coincidentes. Pero los trabajos más minuciosos para un técnico es el copiado de un cráneo o una cadera, cuyos moldes deben ser tridimensionales y pueden contar con numerosas piezas a unificar…