Es una especie de mamífero perisodáctilo extinto de la
familia de los tapíridos y del género Tapirus que vivió en el
Pleistoceno de América del Sur.
Esta especie fue descrita originalmente por Carlos
Ameghino en 1916, empleando como base materiales fragmentarios colectados en
sedimentos del Ensenadense en la ciudad de Miramar, provincia de Buenos Aires,
cuya especie homenajea a José María Dupuy, prefecto local y coleccionista en
ciencias naturales.
Un amplio estudio de todos los materiales colectados en
los yacimientos fosilíferos de América del Sur referidos al género Tapirus
llegó a la conclusión que es una especie dudosa por la falta de material
fósil, al igual que Tapirus australis, Rusconi, 1928. Este taxón,
como cualquier integrante del género Tapirus, se asocia a climas
cálidos, y ambientes de pluviselvas, sabanas o bosques húmedos de tipo tropical
o subtropical cercanos a ríos o pantanos; con dieta herbívora hojas, frutas,
etc.
Era un animal de tamaño mediano, con una longitud que
variaba desde 1,8 metros hasta los 2,5 metros, y un peso de 220 a
300 kilogramos.
Sin embargo, la principal característica del tapirus es su
alargado hocico en forma de pequeña probóscide, que usa principalmente para
arrancar las hojas, hierbas y raíces que constituyen su alimento.
Sobre la base de análisis morfométricos de sus dientes se
llega a la conclusión de que Tapirus rioplatensis es
significativamente mayor que Tapirus terrestris, Tapirus
mesopotamicus, y Tapirus rondoniensis, y algo más grande
que otros grandes tapires fósiles o vivientes, tales como Tapirus
oliverasi, Tapirus indicus, Tapirus tarijensis, y Tapirus
haysii.