viernes, 17 de mayo de 2019

Científicos argentinos en busca de osos y lobos prehistóricos en México.



 
 
Arctotherium y Protocyon, dos especies extinguidas. Participaron del hallazgo de restos fósiles de antiquísimos animales en cavernas subacuáticas de México.
 
Un científico platense, el investigador Leopoldo Soibelzon, formado en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP y actual investigador de esa unidad académica y del CONICET, participó del descubrimiento, a través de una investigación de coautoría, de restos fósiles de osos y lobos de hace más de 15 mil años en el marco de un trabajo desplegado en una caverna en México. De esta forma, ahora trabajan sobre una afianzada hipótesis acerca de que estos animales emigraron del sur del continente debido a cambios ambientales y condiciones más favorables “pocos miles de años antes de extinguirse”.

Arctotherium y Protocyon son géneros de osos y lobos respectivamente que vivieron en Sudamérica y se extinguieron hace 10 mil años. Sus predecesores habían surgido en América del Norte mucho antes y llegaron a esta parte del mundo durante el fenómeno conocido como Gran Intercambio Biótico Americano (GIBA), la migración de diferentes especies de un hemisferio continental al otro a través del istmo de Panamá cuando ambas masas de tierra se unieron definitivamente, unos tres millones de años atrás.

Entre otros animales, a esta parte del mundo arribaron carnívoros gigantescos que se asentaron sin problemas e incluso alcanzaron dimensiones aún más grandes porque aquí se encontraron con gran variedad de herbívoros en ausencia de predadores. Lo que hasta ahora se creía era que, una vez establecidos en el sur, ya no habían vuelto a trasladarse nunca más, pero el reciente hallazgo en México de restos fósiles datados en entre 12 y 38 mil años de antigüedad es una prueba contundente de que sí lo hicieron.

El platense Soibelzon, uno de los autores del trabajo de investigación, señala que “creemos que en determinado momento las condiciones ambientales de Centroamérica y el sur de América del Norte comenzaron a cambiar y se volvieron favorables para que algunas de estas formas animales volvieran a cruzarse de continente. Eso tiene que haber sucedido unos pocos miles de años antes de extinguirse”.

Cráneos, mandíbulas y dientes de varios ejemplares son los restos encontrados fortuitamente por buzos profesionales que estaban explorando Hoyo Negro, un sistema de cuevas subterráneas ubicado al norte de la península de Yucatán. Las especies de osos Arctotherium llegaron a pesar una tonelada y a medir 4 metros y medio estando erguidos, mientras que los perros o lobos pertenecientes al género Protocyon rondaban los 25 kilos. El hallazgo, coinciden los paleontólogos, muestra que futuras investigaciones en esas regiones probablemente cambiarán lo que hasta hoy se conoce sobre la historia biogeográfica de los mamíferos fósiles. Fuente; Conicet.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm