miércoles, 27 de marzo de 2019

Tharrias feruglioi, un pez del Jurásico patagónico.


Durante el Jurásico ocurrieron dos de las radiaciones más importantes de vertebrados pisciformes: la de los Neoselachii y la de los Teleostei. De hecho, se constituyó en un momento de diversificación y origen de muchos de los grandes grupos actuales Descubiertos en las proximidades de Cerro Cóndor en el Rió Chubut, Argentina.
 
Hubo una gran actividad volcánica durante el Jurásico, donde se pueden hallar miles de fósiles de peces Teleósteos fosilizados que vivieron en un antiguo lago, los cuales repentinamente quedaron sepultados por varias toneladas de cenizas volcánicas que cayeron al agua. Las improntas perfectamente conservadas de estos animales permiten comprobar las similitudes que poseen con las formas actuales, a pesar de un intervalo de 150 millones de años que han transcurrido desde que murieron en estas regiones de Patagonia y Cuyo.
 
Aparentemente estas formas de peces fueron tan exitosas en su poder adaptativo en el medio ambiente que no tuvieron que codificar su biología a lo largo de varios millones de años hasta la actualidad, manteniendo la estabilidad de sus genes, preservando  formas y tamaños a pesar de las miles de generaciones que pasaron por este tiempo.
 
La especie destacada entre otras es Tharrias feruglioi, incluido entre los peces teleósteos (Teleostei) son una de las tres infraclases de la clase Actinopterygii de peces óseos. Agrupa a peces de esqueleto óseo con vértebras completas y bicóncavas, cola homocerca, escamas cicloideas o ctenoideas, y vejiga natatoria habitualmente presente.