Investigadores del CONICET hallaron en Olavarría artefactos de caza y
huesos de un perezoso gigante que datan de hace aproximadamente 12.600 años.
El momento en que se produjo la definitiva extinción de los grandes
mamíferos del Pleistoceno (comenzado hace cerca de 2,6 millones de años y
culminado hace unos 12 mil años) y el rol que jugaron los seres humanos en su
desaparición son ejes de controversias entre los arqueólogos y paleontólogos
del continente americano.
Dataciones de Carbono 14 sobre los huesos de grandes mamíferos extintos
hallados en la región pampeana de la Argentina, sugirieron que algunos de estos
grandes animales pudo haber habitado la zona hasta hace aproximadamente 8 mil
años, ya durante el Holoceno, varios milenios después de su desaparición en el
resto de América.
“De alguna manera, se creía que los pastizales pampeanos podrían haber
servido de refugio para los herbívoros gigantes del Pleistoceno, y que las poblaciones
indígenas no los habrían cazado intensamente”, explica Gustavo Politis,
investigador superior del CONICET y director del Instituto de Investigaciones
Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (INCUAPA,
CONICET-UNICEN) ubicado en Olavarría
Sin embargo, recientemente una investigación dirigida por investigadores
del CONICET publicada en Science Advances cuestiona dicha hipótesis, a
partir del hallazgo, a orillas del arroyo Tapalqué en el Partido de Olavarría,
de los huesos de un perezoso terrestre gigante (Megatherium americanum)
junto con las herramientas de piedra usadas para cazarlo y cortarlo que, según
dataciones establecidas con métodos precisos, tendrían cerca de 12 mil
seiscientos años.
“Varias líneas de evidencia permitieron reconocer el procesamiento del
megaterio por parte de los grupos humanos como, por ejemplo, la identificación
de huella de corte sobre los huesos realizadas con las herramientas de piedra y
la confección de instrumentos con las costillas del perezoso”, explica Pablo
Messineo, investigador adjunto del CONICET en el INCUAPA y uno de los autores
del trabajo junto a Politis.
Las excavaciones fueron realizadas en el sitio conocido como Campo
Laborde y gracias a un set de dataciones de Carbono 14, para las que se usaron
métodos más precisos para la extracción del colágeno de los huesos del
megaterio, se pudo obtener información original y de alta calidad con relación
al impacto directo de los grupos humanos sobre la especie encontrada en
particular y sobre los mamíferos gigantes en general. El espécimen cazado, del
cual pudieron recatarse decenas de huesos, pesaba alrededor de 4 toneladas.
“La edades Holocénicas (menores a 12 mil años) obtenidas previamente se
debieron a la degradación y perdida del colágeno en los huesos y por la
contaminación de la materia orgánica de los sedimentos que rejuvenecieron las
edades de Carbono 14, contaminantes que no pudieron ser removidos totalmente
con las técnicas estándares de extracción del colágeno”, explica Thomas
Stafford Jr. de la Stafford Research LLC (Colorado, Estados Unidos),
especialista en datación de Carbono 14 y otro de los autores del trabajo.
Hasta el momento, Campo Laborde es el único sitio en América donde se
documentó que los grupos indígenas antiguos cazaron este perezoso terrestre
gigante. De acuerdo a Politis, los resultados obtenidos permiten evaluar cuál
fue el rol de los grupos cazadores en la extinción de la fauna gigante
Sudamericana. ”Las nuevas dataciones reducen a aproximadamente 2 mil años el
tiempo de coexistencia entre los humanos y los megamamíferos en las Pampas de
Argentina”, concluye el investigador. Fuente; Conicet. Ilustracion de Internet.