domingo, 10 de marzo de 2019

Un trilobite puede provocar al menos cuatro icnogeneros.




Los icnotaxones son nombres usados por los icnólogos para identificar y distinguir huellas fósiles morfológicamente diferentes. Para mantener separada la nomenclatura de los fósiles corporales de la de las estructuras etológicas, se crearon los icnotaxones (icnogéneros e icnoespecies) para denominar estas.

Los icnotaxones tienen un tratamiento particular en la nomenclatura zoológica, es decir, las huellas dejadas por el género y especie, en este caso una variedad de Trilobites del Paleozoico, puede provocar la identificación de tres comportamiento, los cuales se convierten en una actividad icnológica.

También podemos decir que un solo organismo puede generar más de una icnofosil según su comportamiento. Un ejemplo clásico y valido es el Trilobite. Así tanto los icnofósiles denominados Cruziana que aparecen como rastros bilobulados, como Diplichnites con rastros formados por impresiones de apéndices fueron realizados durante el desplazamiento de estos invertebrados por el fondo arenoso, el primero mientras removía el sedimento en busca de alimento y el segundo mientras se movía sobre él.
De igual modo este mismo organismo puede producir los rastros llamados Rusophycus al descansar sobre el lecho marino y Cheiichnus al descansar en el fondo de galerías excavadas. Es así que una especie de Trilobite como Thysanopyge taurinu,  pueden generar unos cuatro icnogeneros con sus respectivas icnoespecies.