Eoraptor se
aproxima, por estructura y por tamaño, al supuesto antecesor común de todos los
dinosaurios. Además, su cráneo no tiene ninguna de las especializaciones que
caracterizan a los tres grandes grupos de Dinosauria (Ornithischia,
Sauropodomorpha y Theropoda).
Presenta como carácter único una dentición heterodonta:
los dientes anteriores de la mandíbula superior (dientes premaxilares y
maxilares anteriores) tienen una forma característica, expandida, similar a la
de los dinosaurios herbívoros y diferente del resto de los dientes, que son
recurvados y serrados, típicamente teropodianos.
Sin embargo, exhibe una serie de rasgos que lo
identifican como el terópodo más primitivo conocido. Por ejemplo, aunque
presenta cinco dedos en la mano, los dos más externos están tan reducidos que
sólo los otros tres serían funcionales.
Estos tres dedos tienen una serie de caracteres
destinados a aumentar la capacidad de la mano para apresar y manipular el
alimento: el dedo II es el más largo, las garras son curvadas, tiene capacidad
de hiperextensión de los dedos, etc. La mano tiene un gran tamaño respecto al
resto del brazo.
Además, los huesos largos son huecos, como en el resto de
los terópodos. Así pues, podemos considerar a Eoraptor como un
animal que ejemplifica al dinosaurio primitivo tipo en el que aparecen ciertos
rasgos que lo definen como el terópodo más primitivo conocido. Modo de vida:
Eoraptor habría ocupado el nicho de un pequeño depredador,
alimentándose de reptiles, insectos, etc. y huiría ante la presencia de los
grandes carnívoros, Herrerasaurus incluido, que lo considerarían
como una presa.
Sin embargo, la posición parasagital de sus miembros
posteriores, junto a su condición bípeda, le convertirían en una presa rápida y
ágil, difícil de atrapar por los grandes depredadores de la época. A su vez,
esta rapidez y su agilidad serían grandes ventajas a la hora de capturar los
esquivos animales que constituirían su alimento.