miércoles, 14 de noviembre de 2018

Eomorphippus, un extraño mamífero nativo del Eoceno de Patagonia.

Los notohípidos son una familia extinta de mamíferos placentarios del orden Notoungulata, perteneciente al superorden Meridiungulata, que habitaron en Sudamérica. Los fósiles de los notohípidos están datados desde el Eoceno hasta el Oligoceno.
Fueron unos cuadrúpedos herbívoros con caracteres que indican un cambio de hábitat del bosque a las praderas. Las patas fueron alargándose y la dentadura muestra que se alimentaban cada vez con mayor frecuencia de pasto que de follaje. La palabra "notohípido" quiere decir "caballo meridional".
A pesar de que alguna vez se creyó que eran los antepasados de los caballos auténticos (familia Equidae, orden perisodáctilos), las similitudes, que residen fundamentalmente en la forma del cráneo y en los incisivos para cortar plantas, son consecuencia de la evolución convergente.
En lo esencial, esta familia presenta todas las características de los notoungulados. Hay varias familias de meridiungulados con aspecto de caballo, como los litopternos, con un parecido aún más marcado con los caballos verdaderos, ya que también presentan la misma reducción en el número de dedos y el mismo proceso evolutivo que los caballos verdaderos.
Sin embargo los notohípidos y los litopternos tampoco están relacionados entre sí. Perteneciendo a órdenes distintos y muestran la denominada evolución paralela. Las muelas cortas y de corona baja de los primeros hiracoidios, se volvieron gradualmente más largas y prismáticas, cubriéndose con una gruesa capa de cemento, el cráneo se volvió más largo, y como resultado de ese alargamiento se formaron barras entre los incisivos, caninos y molares.