Fue un pequeño y veloz mamífero jurásico con manos y pies
de solo un centímetro de diámetro, ambas provistas de cinco dedos.
Ameghinichnus
cuando corría, anteponía las patas a las manos al igual que las liebres
actuales. Lo único que se conoce por ahora a esta singular especie, es una
amplia colección de huellas, también llamadas icnitas, que proceden del
noroeste de la Provincia de Santa Cruz, en las inmediaciones del famoso bosque
petrificado de Jaramillo.
Aquí existe un extraordinario yacimiento de huellas
fósiles de pequeños dinosaurios, mamíferos y escarabajos. Las improntas se
encuentran perfectamente conservadas en areniscas de la Formación geológica La
Matilde, correspondientes al Jurásico superior. Ilustración Mauricio Álvarez.