domingo, 1 de julio de 2018

Termas de Río Hondo. Mastodontes por aquí, Mastodontes por allá.


 


 
La ciudad santiagueña de Termas de Río Hondo, posiblemente sea la que contiene la mayor cantidad de restos fósiles atribuidos a los vulgarmente conocidos como Mastodontes (Stegomastodon sp), un género de elefantes que vivieron en América del Sur en los últimos dos millones de años antes del presente.

Fueron un Proboscideo (que posee trompa) al igual que el extinto Mamut y el actual elefante. Habitaron lugares abiertos y pantanosos, donde sus huesos se iban incorporando al sedimento a medida que morían. Los hallazgos de restos fósiles de antiguos elefantes son algo escasos, aunque en las zonas adyacentes al Río Dulce parecen con mayor frecuencia a comparación con otras localidades fosilíferas de Sudamérica.

El material colectado desde hace varias décadas por los hermanos Emilio y Duncan Wagner y que hoy se conservan en el Museo que lleva su nombre en el Centro Cultural del Bicentenario en la ciudad capital de la provincia, como aquellos colectados por distintos autores hasta mediados de los años 60 y en las últimas décadas colectados y coleccionados por el Museo Municipal Rincón de Atacama de la localidad termense, demuestra la gran abundancia de este género de proboscideo extinto con respecto a otros representantes de la megafauna del pleistoceno, a partir de varias decenas de piezas, principalmente restos mandibulares completos y parciales, vértebras, huesos largos, fragmentos de colmillos o defensas, partes de cráneo entre otros, algunos de ellos recuperados recientemente.

El Río Dulce de la Provincia de Santiago del Estero muestra en sus márgenes, entre las ciudades de Termas de Río Hondo y Santiago del Estero, unos extensos afloramientos de areniscas grises muy friables, que se confunden con los bancos arenosos del río actual.  En ellas se encuentran restos fósiles de mamíferos pleistocenos procedentes de estos depósitos se conocen desde hace mucho tiempo. Sin embargo, diversos geólogos y paleontólogos han supuesto que se trataba de material retransportado por el cauce del río Dulce, tema que aún se allá en discusión. Esta teoría se base principalmente en que los fósiles se recuperan siempre desarticulados.

Probablemente este río pleistoceno constituyó el principal recurso de agua en una amplia región caracterizada por precipitaciones escasas y una larga estación seca (como en la actualidad). Durante las fuertes variaciones climáticas del Pleistoceno superior, las consecuencias de la aridez regional pueden haberse agudizado con la eventual disminución de las lluvias en las zonas más húmedas, lo que hoy constituye las cabeceras de la Cuenca del Río Salí-Dulce (provincias de Tucumán y Santiago del Estero).

Tales circunstancias favorecerían la concentración de animales débiles y moribundos, sujetos a la acción de los carnívoros. Así también podría existir una abundancia de cadáveres de mastodontes y de otros herbívoros concentrados en el canal, y sus proximidades expuestos a los carroñeros y otros agentes naturales. Posteriormente, los restos podrían ser arrastrados durante las crecidas y finalmente sepultados a baja profundidad.

Tomado de: Magnussen Saffer, Mariano. 2015. Termas de Río Hondo. Mastodontes por aquí, Mastodontes por allá. Paleo Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año XIII. 131:17-20. 
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