“Los resultados de la exploración han sido excepcionales”.
Con esta frase resumió Novas la campaña 2020 de un equipo conformado
originalmente por 30 personas; científicos, técnicos, becarios e inclusive
investigadores científicos japoneses, pertenecientes al Museo de Tokio.
Se trata de la tercera exploración - y la más importante
dijo Novas – a un yacimiento situado a unos 40 kilómetros al sur de El
Calafate, en lo alto de los cerros en propiedades de la Estancia Anita. Guiados
por el encargado de la estancia, Facundo Echeverría, la expedición atravesando
barreales y caminos de cornisa, hasta montar un gran campamento en altura,
desde donde realizaron toda la investigación (entre el 8 y el 24 de marzo)
En el año 1980 el geólogo Francisco Nullo estaba realizando
trabajos de topografía y se encontró con un afloramiento rocoso que tenía
huesos fosilizados. Hace un par de años el paleontólogo Novas encabezó una
primera campaña que localizó algunos restos de un saurópodo de cuello y
cola larga, al que llamó Nullotitan Glacialis. El primer nombre en homenaje al
descubridor y el segundo porque desde el lugar se tiene una fabulosa vista al
Glaciar Perito Moreno.
Entre enero y marzo del año pasado se encontró una variedad
de restos fósiles que entusiasmo al equipo, que este año regreso con un
despliegue mucho mayor. Y los resultados fueron extraordinarios, mas allá de
que la campaña se vio interrumpida por la pandemia del Coronavirus.
“Aparecieron piezas de distintos organismos que habitaron
esta zona entre 70 y 65 millones de años atrás, en el fin de la era de los
dinosaurios. Se encontraron restos fósiles de caracoles terrestres y de agua
dulce, de ranas, peces, tortugas y de mamíferos pequeños”, describe Novas en FM
DIMENSION.
También hallaron plantas, troncos petrificados, impresiones
de hojas y hasta el polen fosilizado. “Podemos reconstruir los bosques y
el hábitat de aquel momento. Es un yacimiento excepcional”, agregó el
paleontólogo.
Pero además se realizó el descubrimiento de restos de un
nuevo ejemplar de Nullotitan Glacialis, de tamaño similar al primero
encontrado. Novas explicó que son vértebras mejor conservadas y
articuladas de manera de conocer mejor la anatomía de ese titán.
Estos descubrimientos permiten reconstruir el ecosistema de
esta región hace 65 o 70 millones de años, cuando no existían ni la Cordillera
de los Andes ni mucho menos los glaciares, y cuando el océano tenía periódicos
ingresos y luego retrocesos sobre la actual Patagonia Austral.
En la entrevista con el programa Radio Activa, Novas dijo
estar sorprendido, por este yacimiento. “Tuve la oportunidad de trabajar en el
Valle de la Luna – Talampaya, también en Chile (Aysén), en Salta, Río
Negro y otro montón de lugares. Pero este yacimiento es increíble, porque a
diferencia de los otros está mostrando todo el ecosistema”.
Novas adelantó que esperan volver el año próximo y continuar
con estos estudios “que tienen impacto a nivel internacional, porque
desde Sudamérica estamos aportando información sobre el límite entre el
cretácico y el terciario, que es en el momento en el cual se extinguieron los
dinosaurios”, dijo el paleontólogo en la radio de El Calafate. (Guillermo
Pérez Luque)