El descubrimiento de los primeros anfibios modernos
conocidos en la Antártida proporciona más evidencia de un clima cálido y
templado en la Península Antártica antes de su separación del supercontinente
del sur, Gondwana.
Los fósiles, que pertenecen a la familia de las ranas con
casco, se describen en una publicación de la revista Scientific Reports en
la que participa el Instituto Antártico Argentino.
Thomas Mörs y sus colegas descubrieron los restos
fosilizados de un hueso de la cadera y de un cráneo adornado durante las
expediciones a la Isla Seymour, Península Antártica, entre 2011 y 2013. Los
especímenes tienen aproximadamente 40 millones de años y son del período
Eoceno, y ambos pertenecen a familia Calyptocephalellidae , también
conocida como ranas con casco. Hasta la fecha no se han encontrado rastros de
anfibios de sangre fría o reptiles de familias que aún existen en la Antártida.
La evidencia previa sugiere que las capas de hielo se
formaron en la Península Antártica antes de la ruptura final del
supercontinente meridional Gondwana en los continentes del hemisferio sur
actual, incluidas América del Sur y la Antártida.
El nuevo descubrimiento sugiere que las condiciones
climáticas de la Península Antártica durante el Eoceno medio tardío pueden haber
sido comparables con el clima húmedo y templado en los bosques de América del
Sur en la actualidad, donde se encuentran exclusivamente las cinco especies
vivas de rana con casco.