Los científicos que integran el Laboratorio de Paleontología de
Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud de la
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco hallaron nuevos restos
fósiles en la zona cercana a Sarmiento y Buen Pasto, a pocos kilómetros de
Comodoro Rivadavia.
Los hallazgos se suman a los fósiles que durante tres décadas, los
investigadores vienen encontrando principalmente en la estepa chubutense y
santacruceña y que han tenido reconocimiento internacional.
Cada año, al finalizar el invierno, los integrantes del Laboratorio
realizan sus habituales campañas hacia el desierto patagónico en busca de
vestigios de otros tiempos.
Las temperaturas propias de la primavera están todavía ausentes en la
región pero, de ninguna manera interrumpen los trabajos de campo que ya tienen
planificados el dr. Gabriel Casal, el dr. Lucio Ibiricu, investigador del
Cenpat-Conicet, el geólogo Bruno Álvarez, el alumno de Geología Xavier Castaño
y el Téc. Marcelo Luna. Tal es así que en la primera quincena de septiembre, el
grupo de investigadores, provisto de carpas, bolsas de dormir, piquetas, palas,
pinceles y, comida para varios días, se dirigieron hacia la región del lago
Colhué Huapi y también hacia el río Chico.
Luego de largas jornadas de exploración sobre rocas sedimentarias que
fueron depositadas por ríos de hace unos 80 a 70 millones de años atrás, es
decir en el período Cretácico, los primeros restos salieron a la vista. Todos
los integrantes del grupo se centraron en la excavación de esos restos,
trabajando con cinceles y martillos con suma precaución. Fortaleciendo con
productos especiales cada parte que se iba descubriendo de los fósiles. Las
tareas técnicas se centraron en la realización de un bochón de yeso y vendas de
arpillera que aseguran la correcta extracción y el traslado de los fósiles.
Finalizada la campaña, ya en el Laboratorio de Paleontología de
Vertebrados el técnico Marcelo Luna inicia el proceso de preparación de los
fósiles, de manera que los mismos sean liberados de la roca que los incluye.
Una tarea que requiere suma paciencia y extremo cuidado, donde se utilizan
pinceles y pequeñas herramientas para quitarles el sedimento acumulado, no solo
en la parte superior sino también a los lados.
Los restos fósiles de una tortuga de unos 50
centímetros de largo, muy bien preservada, y restos de dinosaurios carnívoros,
comienzan a ver la luz al ser cuidadosamente extraídos de la estructura de yeso
mediante agujas neumáticas.
Este trabajo puede demandarles varios días hasta
que el fósil queda descubierto en su totalidad. Finalizado este proceso, los
investigadores comienzan la etapa de estudio e interpretación del fósil, el
ambiente donde vivía y también de la tafonomía, es decir tratar de entender qué
le sucedió al organismo una vez que murió y lo encontraron fosilizado. En esta
etapa se encuentran abocados actualmente.
El grupo de investigación formado por el Dr.
Martínez se encuentra trabajando desde hace muchos años en niveles de las
formaciones Matasiete, Bajo Barreal y Lago Colhue Huapi, abarcando gran parte
del período Cretácico.
Las exploraciones e investigaciones se llevan
adelante en el marco de la Ley Provincial XI (ex 3559), a través de diversos
proyectos de investigación en convenio en la Secretaría de Cultura de la
Provincia del Chubut, como autoridad de aplicación de dicha ley que se ocupa de
la protección del patrimonio cultural paleontológico.
El proyecto intenta conocer la fauna de
dinosaurios y otros fósiles que también han encontrado, como tortugas,
cocodrilos y peces, el paleoambiente, la tafonomía y paleoecología.