viernes, 26 de octubre de 2018

Neotamandua conspicua, un oso hormiguero austral del Mioceno.


Genero de mamífero Xenarthro (Vermilingua) de tamaño mediano a moderadamente grande, terrícolas y semiarbolicolas.
Es muy probable que, al igual que sus representantes actuales y sus parientes gigantes del Pleistoceno, tuviera un pelaje formado por pelos cerdosos, espesos y duros. Poseían una cola muy larga, la cual duplicaba la longitud total.
Su cráneo es muy particular y a veces cuesta a simple vista identificarlo como tal. El mismo tiene forma alargado, delgado, ligeramente curvado en la parte inferior y termina en un hocico romo. Su maxilar tiene la misma longitud, siendo muy poco movible el inferior, ya que su boca se vería como una pequeña hendidura.
Según las características morfológicas del cráneo podemos decir que sus ojos y orejas eran muy pequeñas. Su columna vertebral es algo corta y ancha. Sus extremidades cortas. Las delanteras tienen cuatro dedos provistos de unas falanges úngeles muy robustas y comprimidas, las cuales se asemejan a las garras de un ve rapaz.
Los posteriores son menos robustas que las anteriores, tienen pies con cinco dedos. Su lengua era larga y estrecha, la que serviría para alimentarse de hormigas, termitas y otros pequeños insectos, con la cual llegaría hasta los rincones menos accesibles.
Es probable que tuviera un metabolismo algo lento. Los fósiles de este llamativo mamífero es algo escaso, sus restos aparecen en el Mioceno del Noroeste, Plioceno de Patagonia y en la Provincia de Buenos Aires.