martes, 6 de agosto de 2019

Anthropornis, un pingüino gigante en el Oligoceno.




Los pingüinos actuales constituyen un grupo muy particular de aves no voladoras, adaptadas para la natación y buceo, preferentemente en aguas frías y templadas. Su distribución geográfica se restringe al hemisferio sur en varias regiones entre la Antártida y las islas Galápagos.
De manera semejante a su distribución actual, los hallazgos de pingüinos fósiles también están restringidos al hemisferio sur, y en particular el conocimiento paleontológico de este grupo de aves está basado en material fósil registrado en Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Antártida y Argentina. Los pingüinos fósiles más antiguos, aproximadamente entre 50 y 40 millones de años, se conocían para Nueva Zelanda y Antártida. Algunos de ellos fueron verdaderos gigantes y alcanzaron una talla entre 1,6 y 1,80 m, como el Anthropornis nordenskjoeldi, una especie fósil hallada en la isla Marambio (Seymour), Antártida, por la célebre expedición de Otto Nordenskjöld en 1903, en la cual también participó el argentino José M. Sobral.
En la actualidad la isla Marambio, situada en el extremo norte de la península Antártica, se encuentra separada del continente americano por el pasaje de Drake, y aproximadamente a unos 1.200 km de distancia de Tierra del Fuego. Sin embargo, hace unos 40 millones de años, edad del material fósil fueguino, el pasaje de Drake no existía y la península Antártica estaba físicamente conectada al extremo austral de América del Sur.
El hallazgo en Tierra del Fuego de pingüinos fósiles de edad semejante a la del material de la isla Marambio en Antártida es consistente con esta antigua geografía y apoya otras evidencias climáticas del pasado, por ejemplares el marcado incremento en la abundancia de polen de Nothofagus y las señales isotópicas en conchillas marinas, que indican el comienzo de una larga y continua tendencia de enfriamiento de las aguas oceánicas australes hacia los 40 millones de años. A pesar de la asociación popular de los pingüinos con las frías regiones polares, existen especies de estos pájaros que viven también más cerca del ecuador. Los más primitivos, por tanto, debieron haberse desarrollado en climas más cálidos, para adaptarse lentamente a sus hábitats cuando éstos se helaron.