Fue hallado por el equipo del Museo Paleontológico de San
Pedro en el yacimiento de Campo Spósito y tiene una antigüedad que supera los
200.000 años
Campo Spósito es un yacimiento paleontológico descubierto en
noviembre de 2001 por el Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico
“Fray Manuel de Torres”, de la localidad de San Pedro, provincia de Buenos
Aires. Ya se han recuperado allí, más de veinte especies de animales en estado
fósil.
El área fosilífera, de tan sólo unos 4.000 m2, fue el fondo
de un antiguo río que corrió por la zona hace más de 200.000 años y se
encuentra en el interior de un campo propiedad de la empresa arenera Spósito
S.A.
En las últimas semanas, el equipo del Museo ha recuperado
allí, el primer cráneo conocido de una rara especie de ciervo fósil denominada Paraceros
fragilis, que vivió en la provincia de Buenos Aires durante una edad geológica denominada
Bonaerense.
Desde el grupo del museo comentan que, “Es impresionante la
densidad de fósiles que contiene el yacimiento de Campo Spósito, por ser un
lugar pequeño. El accionar de aquel antiguo río que corrió por el lugar hace
miles de años arrastró y acumuló las partes duras de la fauna que vivía y moría
en ese ecosistema prehistórico. Desde su descubrimiento en 2001, este lugar ha
aportado centenares de piezas a la colección del Museo de San Pedro”.
Los restos de este ciervo fósil son extremadamente raros.
Tan inusuales que a la especie sólo se la conocía por el aspecto de sus
cornamentas, de sus astas. Las citas bibliográficas desde la época de
Florentino Ameghino mencionan la aparición de cornamentas fragmentadas
asignadas a este animal y, unas pocas, en buen estado de preservación. Un dato
curioso es que su existencia en la provincia de Buenos Aires sólo se observa en
sedimentos la edad Bonaerense, un lapso del tiempo geológico que transcurrió
entre los 500.000 y los 130.000 años antes del presente. Los investigadores
piensan que esto puede deberse a una distribución temporal muy acotada o a su
escaso registro.
Se cree que Paraceros fue un ciervo de mediano tamaño, con
astas delgadas pero largas, en relación a su desarrollo corporal.
El ejemplar descubierto por el equipo del Museo
Paleontológico de San Pedro no sólo posee la rama izquierda de su cornamenta
casi completa y parte de la rama derecha, sino que también conserva el 80 % del
cráneo de este curioso animal. El primero que se conoce.
El Director del Museo de San Pedro, José Luis Aguilar,
explica que “Un Paraceros pesaba unos 50 kg. Algo más que un venado de las
pampas (45 kg., aprox.) y menos que un ciervo de los pantanos (que alcanzan
cerca de los 100 kg.) Su altura a la cruz habría oscilado entre 1,00 m. y 1,20
m.
El cráneo de este ejemplar está muy bien. Se preservó su
parte frontal, las orbitas de los ojos, la cúpula y toda la parte posterior
completa. El fósil ha perdido las fosas nasales y la dentición pero todo lo
demás está intacto. Es mucho más de lo que se podía esperar de los delicados
huesos de este animal. Desde ahora conoceremos el aspecto general de la cabeza
de estos ciervos prehistóricos”.
En relación a esto último, el Doctor Nicolás Chimento, del Laboratorio
de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados, del Museo Argentino de
Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, opina que “la preservación de este
material es justamente lo que lo hace único, ya que los restos de ciervos son
comunes en las capas de más de 10.000 años dentro de la Región Pampeana pero
casi siempre están representados sólo por astas incompletas.
Paraceros fragilis es una especie de ciervo de tamaño similar
a un Ciervo de los Pantanos, pero con cornamentas más delgadas y de una
morfología particular. El material de San Pedro proporcionará novedosa
información anatómica, ya que permitirá la comparación por primera vez, de un
cráneo de esta especie, con las demás especies de ciervos de la época Pleistoceno
y con los ciervos actuales. De esta manera, se conocerá mejor a esta fugaz
especie y se podrán obtener datos acerca de su parentezco con los demás ciervos.”