Un equipo de paleontólogos australianos ha descubierto
los restos fósiles del loro más grande del mundo hallado hasta ahora.
Se calcula que este singular animal tenía una altura de
un metro de altura y pesaba 7 kilos. Los restos del ejemplar de la nueva
especie han sido encontrados en el centro de Otago, Nueva Zelanda,
concretamente en una zona muy conocida por albergar diferentes tipos de aves de
gran tamaño.
"Aunque es una de las aves más espectaculares que
hemos encontrado, sin duda hay muchas más especies inesperadas por descubrir en
este interesante yacimiento”, dice Trevor Worthy, investigador de la
Universidad Flinders y uno de los autores del descubrimiento.
Los expertos lo han llamado Heracles inexpectatus, nombre
que surge de su gran tamaño y fuerza hercúlea y del carácter inesperado del
hallazgo. Los restos tienen una antiguedad de unos 19 millones de años.
Sus dimensiones son el doble de grandes que las del
Kakapo neozelandés (Strigops habroptilus), que es el loro más grande que se
conocía hasta ahora y que está en peligro crítico de extinción.
Según los expertos, el Heracles
inexpectatusvivía en un bosque subtropical donde había muchas especies de
laureles y palmeras. "Sin duda, estos árboles proporcionaron una rica
cosecha de frutos que sirvió a la dieta de Heracles y de otros loros y palomas
con los que vivía", explica Suzanne Hand, otra de las autoras del descubrimiento.
Esta nueva especie se considera ahora el loro más grande
del mundo, con un pico enorme con el que podría haber comido no solo alimentos
convencionales de su especie, sino tal vez incluso a otros loros. (Fuente: SINC)