domingo, 7 de diciembre de 2025

Anteavis crurilongus, una nueva especie de dinosaurio carnívoro del Triásico en San Juan.

 



Un nuevo género y especie de dinosaurio terópodo, denominado Anteavis crurilongus, fue descrito por un equipo internacional de paleontólogos de la Universidad Nacional de San Juan, el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, la Universidad de Birmingham, el CONICET y el CIGEOBIO.

Anteavis crurilongus habitó la Tierra durante el Carniano del Triásico Tardío, hace aproximadamente entre 231 y 226 millones de años. Este pequeño depredador medía cerca de 1,2 metros de longitud y pesaba entre 8 y 9 kilogramos.

La nueva especie corresponde a un terópodo de divergencia temprana, ubicado fuera del clado Neotheropoda, aunque presenta de forma inesperada una serie de características que hasta ahora se consideraban exclusivas de ese grupo.

“Se trata de uno de los dinosaurios más antiguos y primitivos conocidos hasta el momento”, señaló el Dr. Ricardo Martínez, de la Universidad Nacional de San Juan, junto a su equipo de investigación.

“La temprana diversificación de los dinosaurios produjo profundos cambios ecológicos en los ecosistemas terrestres, que culminaron con comunidades de tetrápodos dominadas por dinosaurios hacia el límite Triásico–Jurásico, hace unos 201 millones de años”, explicaron los especialistas. “Por ello, estudiar estas primeras etapas evolutivas es fundamental para comprender el establecimiento de los ecosistemas mesozoicos”.

Sin embargo, los científicos advierten que la escasez de registros fósiles estratigráficamente continuos en las unidades geológicas que preservan los dinosaurios más antiguos —de entre 233 y 227 millones de años— dificulta reconstruir con precisión este proceso inicial de diversificación.

Los restos fósiles de Anteavis crurilongus, consistentes en un esqueleto parcial junto con un cráneo relativamente completo, fueron desenterrados en 2014 en la Formación Ischigualasto, en el noroeste argentino.

“Existen muy pocos lugares en el mundo que conserven fósiles tan antiguos y bien preservados”, explicó el Dr. Martínez. “Uno de ellos es la Formación Santa María, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, y el otro es la Formación Ischigualasto, en Argentina”.

Esta especie vivió en un ambiente de sabana cálida y árida, aproximadamente dos millones de años después del denominado Episodio Pluvial Carniano, un intervalo de mayor humedad que marcó cambios climáticos significativos a escala global.

“El análisis de la fauna de Ischigualasto demuestra que la diversidad y abundancia de dinosaurios fue mayor de lo que se había reconocido previamente, especialmente entre los pequeños herbívoros —de menos de 30 kilogramos— y los depredadores de talla media, con pesos de entre 30 y 200 kilogramos”, afirmaron los investigadores.

Según el estudio, esta diversificación ocurrió durante una transición climática hacia condiciones más semiáridas. Posteriormente, el retorno a ambientes más húmedos produjo una interrupción en el registro fósil de dinosaurios que comenzó hace unos 229 millones de años.

“Recién unos 15 millones de años después, durante el Noriano medio, los dinosaurios recuperaron su diversidad y abundancia en la cuenca de Ischigualasto, aunque ya representados por especies de mayor tamaño corporal”, añadieron.

Los resultados sugieren que esta temprana radiación evolutiva de los dinosaurios estuvo probablemente marcada por procesos de recambio faunístico impulsados por el clima, al menos en el suroeste del supercontinente Pangea.

El trabajo científico que documenta este descubrimiento fue publicado esta semana en la revista Nature Ecology & Evolution.

Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm