Recientemente acaba de darse a conocer los resultados de un
estudio realizado por paleobotánicas de Argentina y Estados Unidos, sobre el
fósil de una flor madura (en realidad un fruto seco) que, con sus cinco tépalos
leñosos a modo de hélice, habría tenido una estrategia similar para dispersar
sus semillas.
Estos fósiles tienen una antigüedad de 50 millones de años,
y fueron hallados en el noroeste de Chubut. El fósil corresponde a la
familia de las Cunoniáceas, cuya distribución actual incluye Sudamérica y otras
regiones distantes del Hemisferio Sur.
Algunos representantes actuales de esta familia en Patagonia
incluyen la Tiaca y el Tineo que crecen en zonas muy húmedas a ambos lados de
la Cordillera de los Andes. El estudio reveló que el fósil corresponde a un
grupo de Cunoniáceas que actualmente crece solo en Oceanía denominado Ceratopetallum
(por tener flores con pétalos en forma de astas de ciervo).
Este nuevo hallazgo corresponde al registro más antiguo para
este grupo y al único registro fósil del mismo fuera de Oceanía. A su vez, es
un nuevo aporte a la evidencia de la conexión terrestre entre Patagonia y
Oceanía, a través de la península Antártica, para ese momento de tiempo.
Del ensamble de toda esta información fue posible deducir
que entre 50 a 60 millones de años atrás la Patagonia gozó de climas tropicales
y húmedos. Posteriormente tuvo lugar la desconexión terrestre entre Patagonia y
Península Antártica lo cual permitió establecer una nueva corriente marina que
rodea el continente antártico (incluso hasta nuestros días) y cuyo accionar
generó el aislamiento de las temperaturas entre el polo y el ecuador.
Mas info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/eoceno.htm