Es un icnotaxón (es decir, un animal solo conocido por sus
huellas) de dinosaurio del Cretácico Superior encontrado en estratos de la
Formación Loncoche, en la Provincia de Mendoza.
Estas huellas fósiles (icnitas) fueron producidas por saurópodos
titanosaurios de 10 a 13 metros de longitud, los que se desplazaban en manadas
hace 72 millones de años sobre llanuras deltaicas.
Estos ambientes litorales se vinculan con una ingresión marina
procedente del Atlántico que cubrió el norte de la Patagonia y llegó hasta el
sur de Mendoza, cerca de la actual Cordillera de los Andes. Estas huellas
fósiles fueron localizadas por el paleontólogo mendocino Bernardo J. González
Riga y publicadas en conjunto con Jorge Calvo en el año 2009.
Estudios posteriores permitieron estimar el tamaño de los dinosaurios
productores de estas huellas y la velocidad de desplazamiento, entre 4-7 y 4-9
kilómetros por hora Titanopodus mendozensis constituye un
excelente caso para estudiar el estilo de locomoción de los titanosaurios,
caracterizados por una rastrillada "ancha", donde las huellas
izquierda y derecha se encuentran muy separadas de la línea media.