Posee un cráneo voluminoso, con la mandíbula gruesa, masiva,
que sugiere una fuerte capacidad para cortar y triturar vegetales.
Sus ramas mandibulares se encontraban recubiertas por unos
fuertes músculos. La parte más anterior del hocico era proporcionalmente
angosta, lo que sugiere que seleccionaría de alguna manera los vegetales de que
se alimentaba.
El esqueleto recuperado y montado en el Museo Pedagógico de
la Fundación "Instituto Miguel Lillo" en la ciudad de Tucumán, nos
muestra que su estructura esqueletaría era muy fuerte, gruesa, conformando un
animal de robustez comparable o posiblemente mayor a la de un rinoceronte
africano actual.
Se destacan las cortas y gruesas extremidades anteriores,
con el humero en una posición casi horizontal y dirigida hacia afuera, lo que
posibilito a este animal apoyar su cuerpo sobre cinco dedos muy fuertes.
Las extremidades posteriores eran totalmente lo contrario,
tomando una posición totalmente vertical, lo que hace pensar a los
Paleontólogos que habría sido más esbelta en la región posterior y más
voluminosa y pesada en su mitad anterior, con el cuello corto, grueso y una
pesada cabeza en posición baja, tal vez con algún parecido general a los
búfalos actuales.
Procede de los niveles inferiores de la formación
Ischigualasto, ubicado en el "Valle de la Luna", Provincia de San
Juan, República Argentina.