Los anisópteros son uno de los dos infraórdenes clásicos
del suborden Epiprocta. Se conocen comúnmente como libélulas, aunque este
término, suele usarse también en un sentido más amplio para designar a todos
los odonatos.
Son paleópteros, es decir, insectos que no pueden plegar
las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados,
sus dos pares de fuertes alas transparentes y por su abdomen alargado.
Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como
moscas, abejas, mariposas y polillas. Su hábitat natural se encuentra en las
cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son
acuáticas. Philiasptilas
hunickeni, fue una libélula que
vivió durante el Carbonífero – Permico de Argentina, aunque su pobreza en el
registro fósil no ayuda a ampliar la información disponible.
El paleoambiente en
el que se depositaron los sedimentos en el Bajo de Véliz, se corresponde
inicialmente con un carácter aluvial y cortes períodos lacustres, representados
por el Miembro Cautana que posteriormente evolucionó a un largo periodo
lacustre de reducida extensión areal, representado por el Miembro Pallero y
finalmente una larga reactivación del área, generó un nuevo ambiente fluvial,
depositando las areniscas del Miembro Lomas.
Imagen, Ejemplar de Philiasptilas hunickeni de la zona de Bajo Veliz. El
Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Luís.