Fue un primitivo primate (monos) aloctono, cuyos ingreso
al continente fue hace 38 millones de años según la evidencia fósil reunida
hasta el momento.
A diferencia de los monos del Viejo Mundo, los monos del
Nuevo Mundo no parecen haberse dado a la vida en las praderas y siguieron
siendo animales de selva. Una gran diferencia entre ambos, es que los primeros
no poseen cola, mientras que los sudamericanos poseen unas vértebras caudales
extensas y adaptadas como un quinto miembro para poder trepar. Tremacebus
harringtoni, es un representante del periodo Oligoceno tardío (23,5
millones de años) en la Patagonia Argentina, y se parecía a un mono Buho
moderno.
Otros pequeños simios del territorio argentino son Homunculus
patagonicus y Killikaike blakei, entre otros. Los
primates más primitivos por ahora en América del sur es Branisella, del
oligoceno temprano (33,7 millones de años) de Bolivia. Mientras que dos
parientes del actual mono araña, el Protopithecus y el Caipora,
vivieron en Brasil durante el Pleistoceno. Era omnívoro y tenía una variada
dieta.
Este género fue descrito originalmente por el
paleontólogo Hershkovitz en el año 1974. La única especie en que está basado
fue descrita originalmente por el paleontólogo Carlos Rusconi en el año 1933.
Se incluye en la familia de los aótidos (Aotidae), exclusiva del Neotrópico,
que comprende un solo género viviente, con un total de 11 especies, siendo
los únicos monos nocturnos.
Carlos Rusconi recibió la muestra en el año 1932 enviada
por Harrington Thomas, quien lo recogiera junto con otros restos fósiles de
mamíferos de la «edad Colhuehuapense», a unos 12 km al suroeste del cerro
Sacanana, en el centro-norte de la provincia del Chubut, en el centro de la
Patagonia argentina.