En 1959 se dio a conocer la existencia de una rama
mandibular de gran talla, la cual fue hallada en el Paleoceno tardío en la
localidad de Gaiman, al norte del Rió Chubut, atribuida al género Madtsoia
s.p, cuya antigüedad seria entre 55 y 60 millones de años.
El hecho que actualmente los boideos sean característicos
de los ambientes tropicales y subtropicales del globo nos permite abordar otro
curioso aspecto de su historia. Es más, los grandes boideos vivientes, como la
pitón reticulada y la anaconda, se hallan restringidos en climas cálidos y
húmedos, con frecuente vegetación y abundante cursos de agua.
Las concepciones actuales (manejadas fundamentalmente por
la Paleontología y la Geología) permiten extrapolar, con ciertas restricciones,
lo que se conoce de las formas vivientes a los grupos fósiles.
Por lo tanto, si aceptamos que los gigantescos ofidios
del Terciario temprano de Argentina tenían los mismos requerimientos ecológicos
que los actuales, es posible inferir que las condiciones ambientales que
imperaban en la Patagonia hace 50 millones de años eran afines a tales
requerimientos.
Pero, además de la presencia de fósiles de plantas
características de zonas cálidas y de diversos grupos de reptiles y mamíferos
climático-sensitivos en el Terciario temprano de Patagonia apoya la hipótesis
de que en aquella época existían allí condiciones mucho más benignas.