Es un género extinto de los roedores de América del Sur. Cuando escuchamos la palabra roedor,
enseguida la asociamos con las pequeñas lauchas y ratones que frecuentamos ver
en las inmediaciones de nuestros domicilios o en los campos circundantes.
Durante el
Plioceno se desarrollaron roedores de gran tamaño, llegando a tener tallas
similares a la de una vaca doméstica. Uno de ellos fue Telicomys
giganteus.
Tenía patas
alargadas y tal vez estaba adaptado a la carrera. Sus mandíbulas presentan
grandes incisivos, cuya cara anterior tienen un ancho de 3 centímetros,
acompañados por cuatro molares por cada maxilar y rama mandibular.
Suponemos que
su hábitat estaba limitado a lugares secos y con follaje, aunque la evidencia
fósil es muy escasa para brindar datos más completos sobre su biología. Algunos
restos significativos fueron descubiertos a mediados en los años "40"
en cercanías de la ciudad de Miramar, Provincia de Buenos Aires.
Algunos
autores sugieren que superó los 2 metros de longitud. El pariente vivo más cercano a Telicomys es la pacarana. Genero relacionado: Telicomys gigantissimus y
Telicomys amazonensis (especie
dudosa).
Imagen; Mandíbulas de Telicomys en la
exhibición de roedores fósiles del Museo Punta Hermengo de Miramar. Copias.
Posible aspecto del gigantesco roedor Plioceno Telicomys.