Este género fue describió en 1952 por Bryan Patterson. Se
trataba de una pequeña mandíbula fósil de unos 10 milímetros de largo. El resto
que llamo la atención de la comunidad Paleontológica de la época, tenía unos 40
millones de años de antigüedad.
Su forma era tan rara que no coincidía con ninguna forma
viviendo o fósil en Sudamérica. Su mandíbula era extraordinariamente corta y
alta, presentando cuatro molares pequeños y un gran incisivo, pero sin
semejanza con los roedores.
Fue un marsupial y probablemente emparentado con los
Cenolestidos. Su aspecto era algo similar al de las pequeñas comadrejitas
representadas en la actualidad polos llamados "ratones runchos". No
eran ni herbívoros ni carnívoros estrictos, sino que se alimentaban de frutos
duros, semillas e insectos.
Sus pocos restos proceden de la formación Divisadero
Largo, en la Provincia Argentina de Mendoza. Groeberia pattersoni,
se trataba de un marsupial, pero su clasificación y estudio fue algo compleja.
Ocurre que la mayoría de los rasgos diagnósticos del esqueleto de los
marsupiales se basan en los detalles de la anatomía del cráneo y las
mandíbulas, las cuales, no se habían preservado del todo bien, y para colmo su
aspecto era rodentiforme, ósea, que se parecía a un roedor.
Su tamaño era muy pequeño, no más grande que una laucha
actual. Su alimentación era muy variada, desde frutos y hojas hasta larvas e
insectos.