lunes, 16 de abril de 2018

Argentinodraco barrealensis, un nuevo reptil volador de Patagonia.

A veces, las piedras hablan y cuentan historias de millones de años atrás. Así, científicos neuquinos y brasileños descubrieron que uno de los primeros animales que volaron por el cielo de la región fue el Argentinodraco barrealensis.
Se trata de un reptil alado de casi cuatro metros, que se alimentaba de insectos que extraía del barro con su particular pico alargado.
El hallazgo de los restos se hizo en 2011 en la excavación Futalongko, al norte del lago Barreales, donde funciona el parque paleontológico Proyecto Dino. Allí, entre otras piezas, el equipo de científicos rescató una mandíbula que se había conservado casi completa.
Tras seis años de estudios, el paleontólogo Jorge Calvo y su colega brasileño Alexander Kellner determinaron que el material pertenece a un pterosaurio o reptil volador de la variedad Azhdarchoid. El viernes pasado publicaron el descubrimiento en los anales de la Academia de Ciencias de Brasil.
En el artículo remarcaron que se trata de un animal con "una inusual mandíbula", perteneciente al Cretácico superior, o sea, de hace 90 millones de años. De la punta de un ala a la otra medía entre tres y cuatro metros.
Los investigadores bautizaron al nuevo pterosaurio como Argentinodraco barrealensis y, en diciembre, Kellner vendrá al parque neuquino para evaluar si hay otras piezas más pequeñas que pertenezcan al mismo ejemplar. Calvo explicó que el brasileño es un experto en pterosaurios y en Barreales guardan "más material que se sacó y quizás no se reconoció, en particular dos pedacitos de cinco centímetros que creemos que podrían corresponder a este individuo".
Detalló que el Argentinodraco tenía mandíbulas "fusionadas" y de una forma única, lo que les permitió individualizar la especie. Estiman que vivía cerca de cuerpos de agua meandrosos, dentro de lo que es hoy Neuquén, y usaba su pico fino y alargado para revolver el barro del fondo en busca de gusanos.
Según Kellner, que es profesor del Museo Nacional en la Universidad Federal de Río de Janeiro, este hallazgo demuestra la variedad morfológica de los pterosaurios y sugiere un modo de alimentación distinto de lo que se conocía hasta ahora.
En 2002 se había extraído en Barreales la parte de un ala de otro pterosaurio, de un tamaño estimado de seis metros, pero los datos eran insuficientes para poder identificarlo.
Ahora, con el nuevo descubrimiento, los científicos esperan conocer un poco más sobre el comportamiento de estos reptiles voladores, que fueron los primeros en atravesar el cielo de Neuquén.
Todos tienen nombres difíciles de pronunciar: Pterodaustro, Puntanipterus, Herbstosaurus, Aerotitan y Wenupteryx. Argentinodraco significa “dragón argentino”.