Los
miembros de este grupo fueron tradicionalmente situados en una familia propia,
Glyptodontidae, la cual se suponía había divergido tempranamente del linaje de
los armadillos, la familia Dasypodidae. En febrero de 2016, se publicó un
análisis del ADN mitocondrial del gliptodonte Doedicurus en el cual se determinó
que, en realidad, este se situaba junto con los armadillos modernos como el
taxón hermano de un clado consistente de las subfamilias Chlamyphorinae y
Tolypeutinae.
Por esta
razón los gliptodóntidos y todos los armadillos modernos fueron reclasificados
en la familia Chlamyaphoridae, excepto por los miembros del género Dasypus
que continúan como parte de Dasypodidae.
Hace
miles de años vivían en Suramérica unos grandes mamíferos llamados gliptodontes
que podían llegar a pesar más de una tonelada. Su caparazón óseo redondeado y
su cola con púas recordaban a los armadillos gigantes actuales. Un nuevo estudio, publicado ahora en Current Biology, demuestra que en realidad estos mamíferos acorazados eran parientes de los armadillos, según revela el análisis de ADN antiguo.
Hace miles de años vivían en Suramérica unos grandes mamíferos llamados gliptodontes que podían llegar a pesar más de una tonelada. Su caparazón óseo redondeado y su cola con púas recordaban a los armadillos gigantes actuales.
Un nuevo estudio, publicado ahora en Current Biology, demuestra que en realidad estos mamíferos acorazados eran parientes de los armadillos, según revela el análisis de ADN antiguo.
El equipo
internacional de científicos, liderado por la Universidad de Montpellier
(Francia), ha reconstruido el árbol genealógico de estos mamíferos basándose en
su genoma mitocondrial, a partir de pequeños fragmentos de ADN extraídos del
caparazón óseo fósil.
Los
resultados confirman que los gliptodontes representaron un antiguo linaje de
los armadillos gigantes que se originó hace unos 35 millones de años.
“Los
gliptodontes deberían considerarse como una subfamilia de los armadillos
gigantes”, dice Frédéric Delsuc de la universidad francesa. “La actual
estructura de su caparazón inarticulado podría haber evolucionado como
respuesta a la limitación funcional impuesta por el aumento de tamaño que estos
animales experimentaron a lo largo del tiempo”, añade el investigador.
Chlamyphoridae
es una familia de mamíferos cingulados, comúnmente conocidos como armadillos.
Desde hacía un tiempo ha habido cierta especulación respecto a que la familia
en la que se agrupan tradicionalmente los armadillos modernos, Dasypodidae
podría ser parafilética basándose en la evidencia morfológica, mientras que los
extintos gliptodóntidos eran considerados como cingulados basales, alejados de
las formas modernas. Fuente; SINC y Wikipedia.