Fue hallado junto a restos de otros peces en el marco de una tarea conjunta entre la Universidad Nacional de Rosario y el Museo Paleontológico de San Pedro.
El primer fósil de un ejemplar de surubí
(Pseudoplatystoma) que habitó la prehistoria de nuestro país, fue hallado en el
marco de cooperación paleontológica que une al grupo de investigación dirigido
por el Dr. Luciano Brambilla, de la Universidad Nacional de Rosario (Santa Fe)
y al equipo del Museo Paleontológico de San Pedro (Buenos Aires).
En los últimos meses, el equipo del Dr. Brambilla viene relevando activamente las barrancas del río Carcarañá en busca de fósiles pertenecientes al Pleistoceno tardío. Estas tareas, que se realizan navegando el río de forma paciente y metódica, permiten visualizar los fósiles desde el agua, lo que posibilita tener un mejor acercamiento y localización de las piezas. Además esto permite a los investigadores recorrer mayores extensiones en busca de fósiles. En los sedimentos presentes en la zona, al igual que en el resto de la región pampeana, los restos de peces son extremadamente escasos, debido a que generalmente poseen huesos cartilaginosos o de baja consistencia, lo que hace muy difícil su preservación en el tiempo.
En los últimos meses, el equipo del Dr. Brambilla viene relevando activamente las barrancas del río Carcarañá en busca de fósiles pertenecientes al Pleistoceno tardío. Estas tareas, que se realizan navegando el río de forma paciente y metódica, permiten visualizar los fósiles desde el agua, lo que posibilita tener un mejor acercamiento y localización de las piezas. Además esto permite a los investigadores recorrer mayores extensiones en busca de fósiles. En los sedimentos presentes en la zona, al igual que en el resto de la región pampeana, los restos de peces son extremadamente escasos, debido a que generalmente poseen huesos cartilaginosos o de baja consistencia, lo que hace muy difícil su preservación en el tiempo.
El equipo del Museo Paleontológico de San Pedro,
conducido por el Sr. José Luis Aguilar, ha descubierto peces de diferentes
familias que, aún hoy, habitan las aguas del Paraná. Los relevamientos
efectuados han aportado restos de las familias Characidae (dorados, etc.),
Doradidae (armados, etc.) y Pimelodidae (bagres, etc.).
En
el marco de esta tarea de cooperación conjunta se logró recuperar el cráneo
parcial de un siluriforme que aún no ha sido identificado a nivel de especie;
además de piezas dentales, maxilares y escamas muy bien preservadas de un
dorado fósil.
Sin embargo, a la tarea de ambos equipos aún le faltaba una sorpresa.
Muchos hemos visto o pescado algún ejemplar de surubí, o hemos degustado algún plato realizado con estos peces que habitan las cuencas de diferentes ríos desde Venezuela hasta el Río de la Plata. Estos animales, de los que se conocen ejemplares de hasta 100 kilogramos, se alimentan de peces jóvenes de variadas especies, como sábalos, bogas y morenas; e incluso anfibios y reptiles como ranas y pequeñas serpientes.
Sin embargo, a la tarea de ambos equipos aún le faltaba una sorpresa.
Muchos hemos visto o pescado algún ejemplar de surubí, o hemos degustado algún plato realizado con estos peces que habitan las cuencas de diferentes ríos desde Venezuela hasta el Río de la Plata. Estos animales, de los que se conocen ejemplares de hasta 100 kilogramos, se alimentan de peces jóvenes de variadas especies, como sábalos, bogas y morenas; e incluso anfibios y reptiles como ranas y pequeñas serpientes.
Este
fósil de surubí fue hallado en las barrancas del río Carcarañá, en un tramo que
pasa por el distrito de Oliveros, provincia de Santa Fe, cerca de su
desembocadura en el rio Paraná. El material corresponde a la porción anterior
del techo del cráneo (neurocráneo) y posee una longitud de17 cm y un ancho de 6
cm y se infiere que el tamaño del animal al que perteneció podría equivaler al
de un surubí actual de entre 10 a 15 kg.
La pieza, cuya antigüedad se estima entre los 50.000 a 100.000 años, fue encontrada en sedimentos de origen fluvial, de color marrón rojizos, arenosos, con presencia de mica, que han quedado expuestos por la erosión natural del río Carcarañá. Este fósil apareció junto a restos de otros peces, además de partes de la coraza ventral de una tortuga de agua dulce. Esta asociación permitiría suponer que se trata de un sector de depósito de un antiguo cauce de río.
La pieza, cuya antigüedad se estima entre los 50.000 a 100.000 años, fue encontrada en sedimentos de origen fluvial, de color marrón rojizos, arenosos, con presencia de mica, que han quedado expuestos por la erosión natural del río Carcarañá. Este fósil apareció junto a restos de otros peces, además de partes de la coraza ventral de una tortuga de agua dulce. Esta asociación permitiría suponer que se trata de un sector de depósito de un antiguo cauce de río.
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info en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm