Investigadores del
Conicet y la Universidad Nacional del Nordeste hallaron en la reserva Toropí de
la provincia de Corrientes restos paleontológicos de entre 30.000 y 50.000 mil
años de antigüedad, que corresponden con tres especies extinguidas, una de las
cuales sería un carnívoro. “Es la tercera exhumación de restos de carnívoros en
casi 40 años de estudio sobre esta reserva, algo que nos entusiasma mucho al
igual que el estado de conservación, que es muy bueno”, dijo a Telam el
paleontólogo Alfredo Zurita, a cargo del equipo de investigadores que dio con
los fósiles.
Se trata de piezas
correspondientes a tres especies, como partes de las mandíbulas de un
mastodonte y de un perezoso gigante, así como así como un diente y partes de la
mandíbula y del cráneo de un felino chico. El hallazgo se produjo el sábado en
la reserva del Arroyo Toropí de la localidad correntina de Bella Vista y estuvo
a cargo de investigadores del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal)
del Conicet, así como de la Universidad Nacional del Nordeste.
Según lo indicado por
Zurita, los restos datan de entre 30.000 y 50.000 años, periodo correspondiente
con el Pleistoceno Tardío. “La gran variedad de especies halladas y la
extraordinaria frecuencia con la que se producen hallazgos en Toropí la dimensionan
como una de las reservas paleontológicas más importantes a nivel continental”,
analizó el especialista. “Se han hallado cientos de piezas, en su mayoría
mamíferos y el rango va desde pequeños roedores de entre 200 y 300 gramos en
vida, hasta enormes mastodontes que pudieron llegar a las seis toneladas”,
graficó.
En tanto que los
investigadores subrayan la importancia de haber obtenido recién por tercera vez
en alrededor de 40 años de estudio los restos de un carnívoro. “Es llamativo,
sobre todo porque en cualquier ecosistema es infrecuente hallar carnívoros”,
precisó el investigador. Sobre el modo de extinción de estas especies, en el
equipo científico de Corrientes asumen que por las características geológicas
de los hallazgos el principal agente habría sido el agua.
Es que Toropí era una
planicie de inundación, que con las crecidas el curso de agua tapaba los restos
de los animales muertos, favoreciendo que se cubran con sedimentos que en la
actualidad son una guía para conocer con la mayor certeza posible todo el
registro de cada pieza, principalmente su antigüedad. Ese trabajo, que calculan
que demandaría un año, será plasmado ahora en una tesis doctoral y una de post
doctorado que desarrollan dos investigadores que el viernes y el sábado formaron
parte del equipo de búsqueda en Bella Vista, situada a 150 kilómetros de la
capital correntina sobre la ribera del río Paraná. MisionesCuatro.com
Mas info http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/principal.htm