domingo, 15 de abril de 2018

Hallan al menos, cuatro perezosos gigantes extintos en la ciudad de Miramar.




Mientras los niños juegan en la arena y los padres comparten unos mates bajo el sol en la playa, a centímetros de ellos hay historias milenarias que esperan ser descubiertas y contadas.
No es sorpresa que en Miramar se hagan hallazgos paleontológicos de repercusión internacional, o así al menos es lo que viene sucediendo desde que Florentino Ameghino visito la ciudad en 1908 generando hallazgos y teorías que aún son utilizadas en toda América.
Recientemente se hallaron y recuperaron restos óseos de gran tamaño pertenecientes a gigantescos animales ya extintos que deambulaban por lo que hoy es la ciudad de Miramar, a pocos metros del muelle de pescadores, y a 1,5 kilómetros de la zona céntrica de la ciudad.
Especialistas del Museo Municipal Punta Hermengo, dependiente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad de General Alvarado, comenzaron el año con el hallazgo de restos fósiles de Perezosos gigantes que vivieron en esta zona hace algo más de 100 mil años.
Paralelamente cuando la prensa mundial hablaba del hallazgo de un cráneo y otros restos fósiles de un Promacrauchenia, también encontrados por el museo local a unos 4 kilómetros de este sitio, el personal del Museo de Miramar realizaba otro hallazgo paleontológico excepcional.
Durante los últimos días de diciembre ocurrió una sudestada, algo poco frecuente para esta época. El mar había retirado gran parte de la arena de la playa a pocos metros del muelle de pescadores de la ciudad balnearia, dejando a simple vista, un afloramiento geológico en el cual asomaban unos restos óseos de pocos centímetros y de color negro.
En ese momento, Mariano Magnussen, integrante del museo observaba el sitio desde el lado norte y Daniel Boh observaba desde el lado sur, y encontraron restos de por lo menos cinco individuos semi articulados e incompletos de perezosos gigantes.
Se comenzaron las tareas de excavación, pero esas pequeñas “manchas negras” en los acantilados, se convirtieron en enormes huesos de Lestodontes,  conocidos científicamente como Lestodon armatus, un perezoso gigante que habito en esta zona, cuando el área era un gran pantanal que albergaba grandes criaturas ya desaparecidas, a muchos kilómetros de la playa costera de entonces, ya que la playa en ese momento se encontraba a unos 200kilometros mar adentro de su ubicación actual.
Sin dudas, Miramar, conocida como la ciudad de los niños y la familia, atesora unos de los yacimientos fosilíferos más ricos del mundo correspondientes a los últimos 4 millones de años. Justamente el sabio Florentino Ameghino, el primer gran científico sudamericano fue quien publico la riqueza de esta zona, cuya extensa bibliografía de los hallazgos en la ciudad balnearia se encuentra en las bibliotecas universitarias de todo el mundo.
Posteriormente científicos de gran prestigio del Museo de ciencias naturales de Buenos Aires y La Plata dieron sus maravillosas contribuciones. Hoy en día, el Museo local resguarda principalmente los hallazgos realizados en los últimos 30 años por equipos locales.
En estos momentos solo exhibimos en nuestro museo algo menos del 10 % de la colección total que poseemos, pero a pesar de ello, mostramos al público una importante diversidad de formas extintas de nuestra región, sostuvo Mariano Magnussen.
El Lestodonte era un gran herbívoro, el cual recogía su comida a orillas de los pantanos o cauces fluviales, y era el tercer animal continental de mayor tamaño, después del Megatherium (otro perezoso) y del Stegomastodon (elefante sudamericano), argumento Daniel Boh.
Su cráneo tenía una región rostral muy ensanchada. Los huesos de sus miembros eran grandes y gruesos. Su dentición era simple, pero resaltaban hacia afuera de la boca unos colmillos muy grandes, lo que se convertía en una defensa contra los posibles depredadores. Su masa estimada es de 2,5 toneladas. Tenía 1,80 de ato y 4 metros de largo.
Daniel Boh, detallo; “en pocos metros se recuperaron días atrás restos fósiles de al menos cinco individuos, incluyendo mandíbulas, fémures enormes, articulaciones, falanges, vertebras, costillas entre otros, sumado al material que ya se encontraba en el museo, podemos decir que podemos armar un esqueleto completo de este gigante extinto”.
Por su lado Mariano Magnussen comento a los medios; “Este sitio es paleontológicamente fascinante y único, ya que ha aportado a la ciencia mucha información por más de un siglo. Nosotros en el museo de Miramar hemos recuperado todo un ambiente, es decir, un ecosistema extinto a metros de la urbanización. Sabemos que el Lestodonte vivió con muchos otros animales, ya que recuperados fósiles de Toxodontes, Mastodontes, Caballos americanos, Megaterios, Scelidoterios, Macrauchenidos, roedores, peces, reptiles, aves, escarabajos, hormigueros y hasta huellas fosilizadas de varios animales, entre ellos las únicas conocidas de un Smilodon o tigre dientes de sable”.
Los fósiles que fueron recuperados luego de una prospección paleontológica luego de varios días de trabajo, fueron levados al Museo Punta Hermengo, dentro del Bosque Vivero y fueron procesados químicamente para su preservación, tarea, que contó con la colaboración de Francisco De Cianni, cuyas piezas serán estudiadas en conjunto con investigadores de la Fundación Azara, y Gisel Sánchez, quien realizó el registro fílmico y fotográfico durante las tareas de excavación
En este momento, el público puede ver en la sala de paleontología regional restos de Lestodonte recuperados en campañas anteriores, como el cráneo, un brazo completo y un voluminoso fémur, mientras los más curiosos pueden observar (puertas adentro) como se procesa y trabaja el material, Luego es registrado como lo establece la ley 25.743 nacional y la ordenanza municipal 248/88 que protege los yacimientos fosilíferos y colecciones paleontológicas en el Partido de General Alvarado.
Ahora ya saben, si visitan las hermosas playas de Miramar, recuerden que hace mies de años, Ahí mismo, vivieron criaturas gigantes, cuyas evidencias fósiles de su paso por esta zona, se encuentran en el Museo Municipal de la ciudad balnearia.