lunes, 23 de abril de 2018

Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano de la ciudad de Mendoza.





El Moyano tiene como antecedente el Museo de Historia Natural, creado por decreto, en el año 1858, por el entonces primer Gobernador Constitucional de la Provincia, el Coronel Mayor Juan Cornelio Moyano. Luego de diversos avatares políticos y el paso del terremoto de 1861 que asoló a Mendoza, el 15 de abril de 1911, se decidió crear el “Museo General Regional”. El mismo estuvo a cargo del naturalista chileno Carlos Samuel Reed. Desde esa fecha hasta el presente, el museo continúa perfeccionando su obra y acrecentando su quehacer científico-educativo. Hoy, ese organismo lleva el nombre de Juan Cornelio Moyano.

La institución ha pasado por diversas locaciones, pero, desde hace varios años, se afincó en un edificio estilo Bauhaus (“Casa-barco”), diseñado por los hermanos Civit, en la década del ‘30, ubicado en el extremo sur del Parque General San Martín. El mismo era conocido como “Playas Serranas”, pues en él funcionaba un balneario y una renombrada confitería bailable.

El Museo, el edificio y las colecciones que alberga, fueron declarados Bienes del Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza, por Decreto Gubernamental Nº 1733/98. Desde su creación, posee una biblioteca científica denominada “Florentino Ameghino”, que es consultada por estudiantes avanzados y especialistas.

En la actualidad, este centro de educación no formal alberga aproximadamente 150.000 ejemplares, formando parte de sus diversas colecciones. Desde el año 2007, se desempeña como Unidad Asociada del Centro Científico Tecnológico CCT / CONICET.
A partir del año pasado, quedó inaugurado un nuevo guión museográfico bajo una moderna concepción, luego que en el inmueble se realizaran trabajos de conservación de importancia.

La tierra
En la sala de la Tierra, la historia comienza con el origen del universo, desde la gran explosión –el Big Bang– pasando por el Sistema Solar, la Tierra, la formación de las montañas y la evolución a través de las eras Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica, con piezas fósiles de cada una. También se detalla cómo fueron cambiando los climas, los mares, los continentes, hasta llegar al origen del hombre. En esa sala está expuesto por primera vez el Mendozasaurus, un dinosaurio que vivió hace 88 millones de años y que fue descubrió el referente del laboratorio, el paleontólogo González Riga.
La información científica está vinculada entre sí de forma muy didáctica. En esa tarea tuvieron un rol determinante los científicos del Laboratorio de Dinosaurios, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO, que elaboraron la información, los gráficos, seleccionaron las piezas fósiles y realizaron las réplicas.
Bernando González Riga explicó que, ante un pedido de la Dirección de Patrimonio, trabajaron un año ad honorem para garantizar la exactitud académica de los contenidos y presentarlos de una forma didáctica. González Riga explicó que aceptaron el desafío, respetando la concepción de la labor del investigador que tiene la UNCUYO y que ellos compartían: el deber de estar al servicio de la sociedad, no solamente generando investigación en su laboratorio.
El investigador del Conicet consideró al museo como un referente para la Provincia sobre la historia de las ciencias naturales y antropológicas. Recalcó que este lugar permitía descubrir una historia fascinante, que era la historia de la vida, donde se mezclaban los procesos biológicos con los geológicos.
La biodiversidad

El recorrido de la sala de la Biodiversidad arranca con la explicación del concepto, relacionado con la variedad de formas en que se organiza la vida en el planeta y con los peligros de perderla por la destrucción de hábitat, la sobreexplotación, la contaminación y el cambio climático, entre otros factores. Ese es el puntapié inicial para disfrutar de las recreaciones de los ecosistemas del mar, de la selva, de los humedales –como los Esteros del Iberá–, y de un recorrido por las reservas naturales mendocinas.
La belleza de esta sala está en la exhibición de los animales taxidermizados, especialmente los que habitaron y habitan las tierras mendocinas: cóndor, guanaco, puma, pichiciego, choique, ñandú, águila dorada, el búho bodeguero, entre muchos otros. En esta sala adquieren especial relevancia las vitrinas especialmente diseñadas para el museo, con una iluminación especial, que permiten admirar las especies desde todo los ángulos y en los mínimos detalles.
El hombre
En el segundo piso se ubica la sala del Hombre, un recorrido por nuestro árbol genealógico que comienza con los primates hasta el hombre actual, en una línea de tiempo que abarca todas las culturas, pero con un especial énfasis en las andinas. Hay piezas que nunca se exhibieron de Perú, México, Bolivia y Chile.
Esta sala es un recorrido por nuestra historia y un homenaje a los pueblos originarios. Está la historia de Mendoza, su relación con el mundo, la figura de San Martín, el terremoto, la reconstrucción, el pueblo Huarpe, todo contado a través de piezas hermosamente expuestas. Textiles, canoas, cacharros y escritos permiten viajar en el tiempo.
También están expuestas, por primera vez, algunas de las piezas que los científicos descubrieron en Capiz, San Carlos. En el enterratorio había esqueletos, trozos textiles, cacharros, cuentas, caracoles y láminas de metal.
Luego de la remodelación, y por primera vez en sus 104 años de vida, cada una de las piezas que posee el museo tiene un lugar específico para guardarla, con características específicas en cuanto a la iluminación y la temperatura. Esto evitará el deterioro de piezas de incalculable valor.
Clara Abal de Russo dice que ya está inventariada en el museo, ya que ingresó en 1974 y hace diez años que dirige el lugar. Para ella, la gran misión del Cornelio Moyano es crear vocaciones, que los jóvenes se acerquen a la ciencia y, sobre todo, que entiendan que el mundo es muy grande, muy ancho, que no se termina en la pared de su casa y mucho menos en la pantalla de su computadora.
Todos los que quieran conocer la amplitud del mundo pueden visitar el museo, ubicado en el Prado Español y Avenida Las Tipas del Parque General San Martín, de martes a viernes de 9.00 a 19.00, y los sábados y domingos de 15.00 a 19.00, con entrada gratuita. Los docentes que quieran llevar a sus alumnos deben llamar al 4287666, para que los científicos los asesoren antes de la visita, una visita en la que sus alumnos podrán descubrir la historia de la vida.
El museo, ubicado en el extremo sur del lago del parque General San Martín, permanece abierto de martes a viernes, de 9 a 18.45 y sábados, domingos y feriados de 15 a 18.45.