sábado, 14 de abril de 2018

Choconsaurus, el nuevo dinosaurio de El Chocón.


 
Los restos fueron descubiertos en la década del 90, su extracción la llevaron adelante varios grupos de investigación y hoy sale a la luz. Es un tipo de saurópodo poco conocido. Vivió hace 93 millones de años.
Villa El Chocón es una de las localidades turísticas más destacadas en Norpatagonia. Los motivos son diversos: el agua, sus paisajes amplios y luminosos, y su pasado. Su historia es previa a los hallazgos paleontológicos y está ligada principalmente al desarrollo del complejo hidroeléctrico El Chocón. Aunque la construcción de la presa no guarda relación con la paleontología, es sólo una apariencia, su presencia fue la piedra fundamental de los hallazgos paleontológicos. La comunidad que se generó a su alrededor sería la protagonista de una serie de importantes descubrimientos, uno de ellos motiva la presentación de hoy.
En 1995 una vecina de la villa, la señora Viviana Moro, halló unos “huesos” en un cerro de la zona y dio aviso a Rubén Carolini, el famoso descubridor de Giganotosaurus Carolini, quien por aquellos tiempos dirigía el flamante Museo Paleontológico Municipal. La noticia viajó a la velocidad de un rayo, y llegó al mejor de sus destinos: el Museo de Geología y Paleontología de la Universidad Nacional del Comahue.
El equipo de investigación del museo acudió rápidamente al campo. Se hallaron diversos tipos de fósiles, como si alguien los hubiera mezclado intencionalmente. El desafío era grande. Las preguntas eran muchas y surgían a borbotones: ¿Qué animales estaban presentes? ¿Se trataba de grupos biológicos desconocidos? ¿Por qué estaban allí? ¿Qué relaciones de parentesco tendrían entre sí y con otras especies?
La paleontología, al igual que la vida de los pueblos, no es lineal. Algunas veces los caminos son cortos y rectos, otros son largos y zigzagueantes. Así fue el camino para poder responder algunas de las preguntas sobre “La antena”, nombre con el que fue bautizado el yacimiento. Para hacer posible esta “empresa”, fueron necesarias más de veinte personas, entre técnicos e investigadores, provenientes de varias instituciones. Las principales fueron el Museo Municipal Ernesto Bachmann, el Museo Geológico y Paleontológico de la Universidad del Comahue, y naturalmente, el Gobierno de la provincia de Neuquén. Este es un claro ejemplo de que los avances en ciencia no se logran por el esfuerzo de una sola persona o de un pequeño grupo. La ciencia requiere para su desarrollo del trabajo conjunto y coordinado de distintos actores, muy especialmente de políticas científicas que respondan a las necesidades locales.
Como dice el tango de José María Contursi, “han pasado tantos años”; exactamente veintidós desde del hallazgo del primer hueso. Hoy podemos responder parte los interrogantes que nos desafiaban. Los huesos corresponden a diversos grupos de animales, ya que existen evidencias de tortugas, cocodrilos y de distintos tipos de dinosaurios. Uno de ellos es el dinosaurio que hoy se presenta.
El nuevo dinosaurio fue investigado por los doctores Edith Simón, Leonardo Salgado y Jorge Calvo. Lo bautizaron como Choconsaurus baileywillisi. Su nombre se compone de dos palabras. La primera es una combinación de Chocón, en referencia a Villa El Chocón, de donde procede y saurus, reptil. La segunda, es en honor a Bailey Willis, un geólogo norteamericano contratado por el gobierno argentino a principios del siglo XX, que propuso entre otras cosas, la posibilidad de generar energía hidroeléctrica en el río Limay.
Choconsaurus baileywillisi corresponde a un saurópodo titanosaurio de tamaño mediano a grande, y se estima que alcanzó entre 18 y 20 metros de longitud y debió pesar unas 25 toneladas. Por un lado, este nuevo descubrimiento, amplía el registro de los titanosaurios con características primitivas en el Cretácico Superior, siendo el más completo de la provincia del Neuquén. Por otro lado, este tipo de dinosaurios presenta una serie de caracteres que están ausentes en los titanosaurios más evolucionados. La mayoría de éstos son detalles en su anatomía ósea.
Por ejemplo, es probable que hayan tenido algunos dedos en sus manos, un rasgo que se pierde en sus primos más evolucionados. También hay diferencias en las vértebras de la espalda y la cola. En los titanosaurios más primitivos, posiblemente ambas hayan sido menos móviles que en los especies más avanzadas. Estos detalles en su esqueleto y otros, revelaron a los investigadores que el nuevo dinosaurio muy probablemente haya sido pariente de otros dinosaurios neuquinos como Andesaurus delgadoi y el gigante Argentinosaurus huinculensis.
También de Mendozasaurus neguyelap y Malargüesaurus florenciae, ambos de la vecina región cuyana. Pero además, el dinosaurio “choconense” parece formar parte del clan familiar de Epachthosaurus sciuttoi, de la provincia de Chubut.